Cuando se desempolven en la historia, los sucesos que impactaron al México del 2021, sin duda se descubrirá que fue el año del Fuera Caretas.

 

Fueron los doce meses en los que el presidente Andres Manuel, guardó en su cajón cualquier trato de diplomacia política, para exhibir lo que desde antes de su candidatura muchos temían: su autoritarismo mesianico.

 

Fuera Caretas 2021 para acabar de hacer a un lado a todos aquellos que en el Gabinete no aceptaran el rol de floreros, de objetos de decoración incondicionales a los designios del inquilino Palacio Nacional.

 

Fue al adiós a Romo, a Moctezuma, a Durazo, a Sánchez Cordero, a Scherer, a Nieto y a Herrera, entre muchos. Distanciamiento político con Cárdenas y Muñoz Ledo. Fuera Caretas 2021 para instalar en definitiva la “burbuja roja”, la de todos aquellos personajes de la izquierda radical que avivaron el encono que se siembra día con día en la plática del evangelio mañanero.

 

Concheiro, Ackerman, Modonesi, Ramírez, Taibo, entre otros. Fuera Caretas 2021 para acabar de vestir de verde olivo a la Patria, entregando a los militares un poder que jamás imaginaron. Obras de infraestructura, empresas para manejarlas a sus anchas, sin rendición de cuentas por la gracia del decretazo de la opacidad, firmado por el presidente, que como candidato prometió transparencia y hoy finge no acordarse de la transparencia.

 

¿Algún día sabremos a cambio de qué y por qué? Fuera Caretas  2021 para acabar de confirmar que la cuatro T y el crimen organizado sí se mezclan ambos parecieran ser aceite los dos.

 

Los abrazos abundan, los balazos escasean, los estados del Pacífico se ganaron en las elecciones del 6 de junio con la ayuda divina de los dineros de las aduanas, de los puertos y del fentanilo que, camino a los Estados Unidos, se contrabandea sin freno, con beneplácito de todos los involucrados.

 

los vecinos de norteamérica dieron su primer golpe en la mesa, en su idea para calificarlos como terroristas, con todo lo que ello implica. ¿Reacciona Palacio Nacional? para santificar a quienes apenas ayer eran considerados la Mafia del Poder.

 

Hoy son los privilegiados de las grandes obras públicas, de los grandes favores, de los indecentes perdones por la negligencia de sus mortales obras colapsadas como la Línea 12 del Metro  en las que Carlos Slim, uno de los evidentes responsables, se auto inculpó debutando por designación propia como: perito, como ministerio público, como juez y como fiscal. La mafia del poder fue suplantada por la Magia del Poder.

 

Fuera Caretas para sepultar el falso gesto del “Yo no me meto. Esto no es como antes” para dedicarse como el más autócrata de los expriistas a alzar la mano a Claudia Sheinbaum, como la candidata presidencial favorita del fiel de la balanza rumbo al 2024. Ebrard, Monreal y cualquier otro que aspire solo tiene uno de dos caminos: aceptar su rol de patiño o buscar la candidatura bajo colores distintos a los de Morena. fuera caretas para una oposición de papel, falsaria, lo mismo en el PRI que en el PAN o el PRD, aprendiendo a ser comparsa, resignados a ser simples acompañantes del coro que canta la tonada que les marca la Silla del Águila.

 

Si la izquierda no viene a mí, yo modifico mis estatutos y me declaro de izquierda. menciona  Alito Moreno, para confirmar que aquel debatido al “diablo con las instituciones” pronunciado en 2006, sí estaba resguardado en el pecho presidencial y hoy lo demuestra.

 

El INE, el Banco de México, los órganos reguladores de la energía, los que vigilan la libre competencia, el instituto federal de transparencia y como inclusión reciente, las universidades y centros de educación superior. Toda esa obra macabra de los conservadores tiene que ser quemada en la hoguera del “ya no es como antes”.

 

Fuera Caretas, para acabar de dominar, no solo las propuestas al Poder Legislativo, donde todo pasa sin cambiar ni puntos ni comas, sino al Poder Judicial, en donde la llamada Fiscalía Independiente despacha en las mañaneras del brazo y con el señor Presidente.

 

Esa es la herencia del año 2021 que termina, y que pronto empezaremos otro año nuevo 2022, y que esperemos sea mejor para todos los mexicanos.