Como se adelantó hace dos semanas en este espacio de opinión, Marcelo Ebrard renuncia a partir del  primer minuto del próximo lunes  como secretario de Relaciones Exteriores del Gobierno de México para dedicarse por completo a buscar la candidatura del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la presidencia de la república.

Henos aquí, amables lectores, casi una semana después de las elecciones del 6 de Junio. Nos ha dado tiempo de procesar la información, de analizar los resultados, de alegrarnos por los triunfos de quienes queríamos que ganaran y de entristecernos por las derrotas que no deseábamos. Eso es, de hecho, lo que caracteriza a la democracia: no todo es para siempre ni todos ganan todo. A veces a unos les toca ganar y a veces perder. Eso ocurre también en el futbol, donde vimos lo que parecía imposible y contra natura: que ganara el Cruz Azul.

Domingo de elecciones. ¿Quién ganó? La ciudadanía y el INE, ambos a la altura, ambos maduros, ambos con estatura. No obstante López Obrador, aseguró en su primera declaración luego de las elecciones que la delincuencia organizada en el país, en general, “se portó muy bien”. Así se expresó.

Después de la inimaginable tragedia mortal del desplome de la Línea 12 del Metro en la Ciudad de México hace dos semanas todavía no hay explicaciones oficiales, tampoco hay renuncias como debía ser en un desastre de estas dimensiones. Pero el presidente López Obrador dijo: “¡Al carajo! unos días después en su mañanera, cuando se le cuestionó su inasistencia al sitio de la tragedia o al acompañar a familiares. El presidente arremete contra la prensa nacional y contra toda la prensa extranjera que difundieron la noticia del desastre en el Metro: “¡La prensa más injusta, la más distante, la más lejana del pueblo mexicano, la más cercana a los grupos de poder conservador!” Esa expresión de una xenofobia incontenible tiene una historia de muchos antecedentes.

Hace tres semanas, el 23 de marzo de 2021, la – ahora – excoordinadora de la Frontera Sur de E.U.A., Roberta Jacobsen, en su visita oficial a México amenazó a los migrantes de Centroamérica y México: “No vengan a la frontera. ¡LA FRONTERA ESTA CERRADA!”