Después de la inimaginable tragedia mortal del desplome de la Línea 12 del Metro en la Ciudad de México hace dos semanas todavía no hay explicaciones oficiales, tampoco hay renuncias como debía ser en un desastre de estas dimensiones. Pero el presidente López Obrador dijo: “¡Al carajo! unos días después en su mañanera, cuando se le cuestionó su inasistencia al sitio de la tragedia o al acompañar a familiares. El presidente arremete contra la prensa nacional y contra toda la prensa extranjera que difundieron la noticia del desastre en el Metro: “¡La prensa más injusta, la más distante, la más lejana del pueblo mexicano, la más cercana a los grupos de poder conservador!” Esa expresión de una xenofobia incontenible tiene una historia de muchos antecedentes.



En un duro artículo del renombrado periódico británico “The Guardian”, publicado en abril de 2021, el diario se refirió al enojo de AMLO por el informe anual del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre violaciones de derechos humanos en el mundo que, en su apartado sobre México, advertía sobre el aumento de delitos violentos y la impunidad de sus responsables ante la Justicia. AMLO cuestionó fuertemente al gobierno de Biden por “opinar sobre cuestiones que solo conciernen a los mexicanos” e hizo referencia a financiamiento de una campaña de desprestigio por el extranjero y hasta acusó al Departamento de Estado de E.U. de estar al servicio de intereses obscuros. En las semanas recientes, y coincidiendo con las críticas de varios medios internacionales al alto número de muertes por el Covid 19 en México, el presidente ya venía subiendo el tono de sus cuestionamientos a la prensa extranjera: “¡El gobierno no está al servicio de los medios!”. Sobre el prestigiado periódico “The New York Times”, dijo que era un diario “sin profesionalismo y sin ética” usado por sus adversarios, “como nado sincronizado”, mientras sobre el más destacado diario de España, “El País”, que publicó a mediados de marzo un duro editorial afirmando que la estrategia de AMLO de cara a las elecciones era crear un clima de “crispación y discordia”.

Intensificando esa ola de paranoia, la Secretaría de Relaciones Exteriores envió una nota diplomática a la Embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México el 8 de mayo de 2021 – por orden de López Obrador – luego de que se revelara que los Estados Unidos presuntamente financia a la organización “Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad” (MCCI) fundada por el empresario Claudio X. González.

“Es un acto de intervencionismo que viola nuestra soberanía” dijo el presidente. “Un gobierno extranjero no puede entregar dinero a grupos políticos de otro país. La Constitución nuestra lo prohíbe. No se puede recibir dinero de otro país para propósitos políticos, ¡ES TRAICIÓN A LA PATRIA! – ¡Es promover el GOLPÍSMO!” Hace una semana, durante su mañanera el presidente leyó la carta y dijo: “Sobre el particular solicitamos que esa Embajada confirme si se ha apoyado a esta organización (MCCI) y de ser así, solicitamos atentamente que la agencia correspondiente considere suspender el apoyo financiero… en virtud de que el financiamiento va en contra de las relaciones de respeto mutuo y no intervención. Seguramente cuando estaba redactando dicho documento, ni siquiera sabía que el mismo Departamento de estado de E.U.A. también da recursos a las fuerzas armadas de México y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Así mismo, terminando la mañanera dónde acusó indirectamente al gobierno de Biden de apoyar el golpismo a su gobierno se reunió en una conferencia virtual con Kamala Harris y no tuvo el valor de hacer el reclamo que sólo unas horas antes hacía en su conferencia mañanera.

Pues, un paso más para envenenar nuestra relación con el gobierno de Joe Biden comparable con las notorias cartas diplomáticas dirigidas por AMLO al Vaticano y el gobierno de España en marzo del año 2019 y otra vez en octubre 2020 exigiendo que la Iglesia Católica pida perdón por los abusos cometidos durante la conquista española hace 500 años. AMLO insistió que la corona española y el Vaticano deben ofrecer una disculpa pública por las oprobiosas atrocidades cometidas desde la Conquista de 1521 hasta el pasado reciente”.  Exactamente como en el caso de la carta a Biden, no hemos recibido una respuesta hasta hoy y nuestras relaciones diplomáticas han sufrido enormemente. Sr. presidente: ¿No sería mejor dejar la diplomacia en manos de diplomáticos de carrera en vez de dedicarse a hacer reclamaciones que se le ocurren repentinamente?  

Dr. Juan Carlos Botello
Director de la Licenciatura en Comercio y Estrategia Internacional y Logística de Negocios UPAEP

Dr. Werner G.C. Voigt, Profesor Emérito
Profesor Emérito UPAEP