Quizá falten meses para volver a algo que ya se ha convertido en una aspiración de muchas personas, salir de sus casas, retomar sus vidas antes de la pandemia y volver a fiestas, lugares de reunión o eventos masivos, sean deportivos o artísticos. Pero lo que tendremos en el futuro cercano, llámese o no normalidad, será una nueva época en la que tendremos que adaptarnos a nuevas condiciones de vida, con cambios en muchas de las actividades que antes hacíamos sin considerar los riesgos de que haya un nuevo virus que nos regrese a nuestras casas.

 

Nuevas tendencias 2021

Una de las tendencias tiene que ver con lo digital, pues en el encierro las personas se han acostumbrado a informarse mediante las redes sociales y portales de Internet, por lo será difícil que recuperen la costumbre de volver a consumir medios impresos.

Quizá esto sea la puntilla para periódicos y revistas en papel, pues se ha incrementado la circulación de las versiones digitales de estos medios en redes como Whatsapp o Telegram, incluso a través de canales creados ex profeso por dichos medios para informar a sus lectores.

También esta etapa de confinamiento pudiera servir para impulsar a los eBooks, los cuales han tenido un incremento es sus ventas en países como Estados Unidos o el Reino Unido, gracias a la facilidad para convertir en un lector de estos materiales a cualquier teléfono móvil con distintas aplicaciones que están disponibles.

La convivencia social también sufrirá cambios. Es posible que queden lejanos los tiempos de fiestas multitudinarias o conciertos y eventos masivos, en tanto no se disponga de una vacuna efectiva y al alcance de todos.

Por lo pronto, ya tenemos restaurantes que ensayan nuevas formas de atender a sus clientes, líneas aéreas que ya planean una mayor separación de asientos y protocolos para el abordaje, transportes públicos que tendrán nuevos mecanismos para la entrada del pasaje y restricciones para los viajes.

Asimismo, la entrada a edificios públicos y privados podría sufrir modificaciones, restringiendo el paso a quienes presenten ciertos síntomas, como la temperatura, además de consultar bases de datos para conocer si alguien ha sido contagiado y desde hace cuanto tiempo.

Lo del párrafo anterior nos lleva a dos temas que también sufrirán cambios por la amenaza de una nueva pandemia: la movilidad y los datos personales.

El tema de la movilidad ya fue afectado durante la estrategia de “quédate en casa” del actual gobierno federal, incluso se llegó a especular con la posibilidad de que los datos de ubicación de los dispositivos móviles pudieran ser usados para monitorear a las personas, en la idea de que se podía rastrear a quienes estuvieran contagiados y evitar una mayor propagación del virus.

Esta posibilidad está asociada al hecho de que se trata de datos personales que empresas como las telefónicas o Google o Facebook tienen en su poder y que pudieran ser utilizadas por gobiernos y empresas con el pretexto de la pandemia.

Se trata de un debate que apenas está tomando forma y que tardará en encontrar algunas conclusiones que orienten la discusión.

Otra faceta de este tema tiene que ver con la comunicación con nuestros amigos, familiares y compañeros de trabajo. Un cambio que podríamos ver que llegó para quedarse es el del aumento de las clases virtuales, para todos los niveles educativos, y el trabajo en casa o home office.

Esto iría aparejado con el aumento de medios para realizar este tipo de actividades, como es el caso de aplicaciones como Zoom, Meet, Skype y otras más que surjan no sólo para tareas escolares o laborales, sino incluso para aspectos sociales, pues en este confinamiento ya hay quien ha realizado brindis virtuales o tertulias literarias a distancia.

Sin duda, se trata de nuevas rutinas que se incorporarán a nuestras vidas en el corto plazo, gracias a la facilidad de uso y la disponibilidad de Internet en nuestros hogares.

Si esto tendrá un beneficio o no para el desempeño escolar o en el trabajo, es algo que quedará para el futuro, aunque es innegable que al existir estas posibilidades serán muchas las personas que se acojan a ellas y tomen clases o realicen sus labores desde el hogar con todo lo que esto conlleva.

¿Esto nos llevará a ver sociedades cuyos integrantes sólo salen de casa con motivos importantes?

¿Realizar todo a distancia, incluso las relaciones personales, será el nuevo signo de la nueva normalidad o como gusten llamarla?

Se trata de preguntas que el tiempo responderá, pero si tomamos como ejemplo el impacto que han tenido los teléfonos móviles –los cuales en muchos casos los usuarios llevan hasta al baño y duermen junto a ellos–, nos podremos dar cuenta que en unos años podemos platicar que tanto nos cambió la vida algo tan minúsculo como un virus.