Desde hace varios años fue señalado por su –presunto- vínculo con el narcotráfico, específicamente con el cártel de Sinaloa, asimismo, se le acusó de espionaje, maquinar montajes televisivos y hasta perseguir a periodistas para asesinarlos.

 

Este es el historial de Genaro García Luna, extitular de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, quien fue detenido el mes pasado en Grapevine, Texas, por los delitos de conspiración de tráfico de cocaína y falsas declaraciones.

 

Combate sin guardia

 

Si bien es cierto que la aprehensión del exsecretario de la administración panista no es el único caso de funcionarios mexicanos vinculados con el crimen organizado, sí adquiere otra dimensión debido al cargo que desempeñó y a su alto grado de responsabilidad en la llamada guerra contra las drogas.

 

La captura de García Luna es un escándalo per se; no obstante, tiene más implicaciones porque revelaría lo profundo que penetró dicha banda en el Estado mexicano y el inútil plan de este último para prohibirlas, que ha dejado a más de 250 mil muertos, 61 mil desaparecidos, 300 mil desplazados y alrededor de 60 mil millones de dólares en gastos.

 

Y aunque sigue siendo inocente hasta que se le demuestre lo contrario, tiene la posibilidad de negociar con Estados Unidos para no enfrentar un juicio y en su caso, disminuir su condena (que podría ir desde los 8 años hasta la cadena perpetua), todas las evidencias apuntan a que no saldrá bien librado de esta situación.

 

En el supuesto escenario de la reclusión (aún como testigo protegido), García Luna estaría obligado a colaborar con las autoridades del país del norte para buscar desarticular la –posible- red de cómplices de alto nivel en el  gobierno mexicano, ya sea en la Policía Federal (ahora Guardia Nacional), Ejército, Marina o en la extinta Procuraduría General de la República.

 

No cuadran los números…

 

Las sospechas contra Genaro García están fundadas y provienen de diversas fuentes, como por ejemplo, sus declaraciones patrimoniales. En 2002, siendo responsable de la Agencia Federal de Investigación (AFI) reportó dos casas y un local comercial con valor de 450 mil, 522 mil y 214 mil pesos, respectivamente.

 

Esto sería normal para la gente que vive acorde con sus ingresos; sin embargo, en su declaración de 2008 presentó una propiedad valuada en más de 7 millones de pesos, es decir, la mitad del valor de todos los bienes inmuebles que registró en ese lapso (14 millones 848 mil pesos), cuando sus percepciones en el mismo sumaron 14 millones 594 mil pesos.

 

La regla, no la excepción

 

Por desgracia, en México la riqueza de las personas ligadas a la política o el empresariado no siempre es bien habida, ya que el factor de la corrupción puede llegar a acrecentarla y no la inversión o innovación como en otras regiones del mundo.

 

Otro asunto de suma importancia en el caso García Luna podría ser la revelación de nombres de “peso” (incluyendo, quizá, a los últimos expresidentes) que sirvieron a los intereses del Cártel de Sinaloa, lo que significaría un golpe demoledor a la credibilidad de la política y de las instituciones encargadas de la seguridad y justicia.

 

Narcotráfico y política

 

Vicente Fox, Felipe Calderón y hasta Enrique Peña Nieto pueden tener meses complicados si Genaro García Luna los implicara, pues con la detención no tendría más que perder y sí, mucho por ganar con tal de reducir su pena.

 

El narco es una industria que está presente en diferentes sectores de la vida nacional, lo mismo coopta policías municipales, que lava dinero, cobra “derecho de piso” a los ciudadanos y al mismo tiempo, impone a piezas clave en el ejercicio público como al parecer lo hizo con Genaro.

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