1ª Parte
En lo breve que es el camino...
Una mujer me dio dos hijos y me hicieron feliz.
Otra mujer, me enseñó a lavar y disfrutar el blanco.
Un día, otra divina me hizo el hábito de disfrutar el agua tibia.
Hoy, Alicia, intenta mostrarme las maravillas de su país.
Y mi madre, a cada instante me sorprende
con su código de riquezas que aun sigo descubriendo
sin grandes méritos por haberlas recibido generosamente
también de mi padre.
Así, en el camino, dura es la lucha entre los yoes por la libertad,
el placer afirmaba Sócrates y la utilidad
entre la perfidia de los millonarios súbditos del dinero…
Tan largo el aprender, tan corta la vida
para dominar el monstruo contra el prójimo.
¿Error de construcción o, descuido divino para ejercer la humanidad
su flaca voluntad para seguir el cuento secular
del construir-destruir…? Amen.
Pablo Hughes Reyes (Uruguay 1946)
A continuación se presentan a consideración de los lectores, dos importantes notas de esta semana acerca de Hernán Cortes, autor inicial del holocausto indígena de América latina.
Texto de Pedro Salmerón Sanginés (Mx 1971)
La historia tradicional de occidente llama genio militar a conquistadores como Alejandro, César o Napoleón; a generales invencibles como Winfield Scott o Álvaro Obregón; o a caudillos que dejaron su impronta en las circunstancias más adversas, como Aníbal o Rommel.
Estos personajes tienen en común la capacidad de mando y organización. Estudian y analizan todos los factores de una campaña y una batalla antes de emprenderla y, en el campo, reaccionan con rapidez ante los imprevistos y las acciones del enemigo. Se ganan el respeto, confianza y cariño de sus soldados y seleccionan a los mejores lugartenientes para los más difíciles y precisos encargos. Ganan casi todas las campañas y batallas y minimizan las pérdidas en las derrotas. Para muchos, Hernán Cortés está en la lista de los genios militares. ¿Por qué no revisamos sus resultados en el campo de batalla?
- Dejando de lado la dudosa batalla de Centla, que no se puede explicar, Cortés empieza sus campañas cuando entra a Tlaxcala al frente de unos 400 españoles y 10 mil totonacas. Libró cuatro batallas en el terreno que eligió Xicohténcatl Axayacatzin para disminuir al máximo el efecto de los muy pocos caballos y armas de fuego. Tras la tercera batalla, los españoles quedaron sitiados en un pueblo abandonado en lo alto de un cerro. Estaban aislados, sin solución militar posible, cuando en el senado tlaxcalteca se impuso el partido favorable a la alianza anti-tenochca propuesta por los embajadores de Cempoala. Se levantó el cerco militar Y LOS ESPAÑOLES SE SALVARON.
- Durante meses, los españoles y tlaxcaltecas fueron incómodos huéspedes de Moctezuma, quien al final amenazó con expulsarlos. Cortés pidió un plazo por la llegada de Pánfilo de Narváez a Veracruz. En su ausencia, Pedro de Alvarado asesinó a cientos de guerreros desarmados durante una fiesta, y aprehendió a Moctezuma. Así se inició la guerra.
Un mes después Cortés regresó a Tenochtitlan con refuerzos… y se metió exactamente donde lo querían los tenochcas. Cortés atravesó una ciudad vacía para llegar al recinto sagrado y darse cuenta de inmediato, de que estaba sitiado y con muy escasas o nulas posibilidades de victoria.
- Tras seis días de combates en que le queda claro que la situación es irremediable, Cortés comete otro error garrafal: huir por donde los tenochcas quieren que huya y, peor, huir con toda la impedimenta, el tesoro, los cautivos… todo lo cual se pierde en la batalla que había ideado Cuitláhuac.
De los mil 100 españoles que había en Tenochtitlan, la noche de la huida murieron 150, según Cortés, y más de 800, según Díaz del Castillo, y de 2 a 4 mil aliados. La cifra más probable es la de Vázquez de Tapia, quien contó los que desfilaron tras la retirada: quedaban 425 soldados (casi todos heridos) y 23 caballos. ¿Qué genio militar pierde todos sus bagajes y más de la mitad de sus hombres en una noche? Cierto es que el valor de Cortés insufló ánimo a sus hombres, pero eso no elimina sus errores tácticos y estratégicos.
- Milagrosamente salvados en la batalla de Otumba, los españoles se refugiaron en Tlaxcala, cuyo senado propuso debilitar la alianza en torno a Tenochtitlan tomando uno a uno los Altepemeh más cercanos. Fue Xicohténcatl Axayacatzin quien sugirió y en buena parte diseñó la campaña que arrancó a la Excan Tlatoloyan (Triple Alianza) los altepemeh aliados de lo que hoy llamamos valle de Puebla, y posteriormente aseguró los valles de Orizaba y Tehuacán, la cuenca del Papaloapan y los pasos a la cuenca de México al norte y al sur de la Sierra Nevada, al mismo tiempo que irrumpía la viruela que debilitó considerablemente la respuesta mexica.
- El 31 de diciembre de 1520 los españoles y sus aliados ocuparon Texcoco, que sería su base de operaciones contra México-Tenochtitlan. Texcoco tendría dos tlatoanis: Ixtlilxóchitl, aliado de Cortés, y Cohuanacochtzin, en Tenochtitlan. La siguiente parte de la campaña es continuación de la anterior y Cortés toma parte de manera directa por primera vez en Iztapalapa, ciudad que atacó al frente de 200 españoles (unos 20 de a caballo) y unos 4 mil aliados. Tras un largo día de combate, Cortés vuelve a perder a cientos de aliados, las armas de fuego y la pólvora y se retiró en derrota, cuando los defensores de Iztapalapa rompieron los diques inundando su ciudad.
- Cortés dirige el ataque a Xaltocan y Tlacopan, dando toda la vuelta al lago. De la aparente victoria dice Bernal: Cortés no sabía qué decir porque había visto que estábamos muchos de nuestros soldados heridos y dolientes y se habían muerto ocho de dolor de costado y de echar sangre cuajada revuelta con lodo, por la boca y narices. Hasta aquí texto de @HistoriaPedro.
Hernán Cortés. Texto de Sebastiá Sardiné; Cataluña, U.E. 1948 (ruego se haga llegar mi respuesta a D. Pedro Salmerón).
Primero tenemos que conocer si Hernán Cortés, antes de su aventura en las Antillas, era aquel joven venido de Extremadura (según versión tergiversada en honor y gloria de Castilla, para crear héroes), o tenía otra personalidad -ocultada por la historiografía oficia -nacido en tierras de la corona Catalano-aragonesa, (de la prestigiosa familia Aragó) que sí tenia experiencia náutica y de guerra, por haber ya estado (y volvería a estar, a partir de su segundo viaje de regreso a la Península Ibérica) navegando por el Mediterráneo, yendo a Nápoles, y costas de África contra sarracenos....).
Se sabe que estuvo, antes de ir a las Antillas, en Valencia.... (¿que hacía en Valencia, tierra de la corona catalana, que no castellana? Tener una u otra personalidad, puede explicar la historia del Cortés en su ida-aventura en Nueva España. Recuérdese también: al morir la Reina Isabel la Católica, las Cortes Castellanas, no quisieron que Fernando el Católico fuere su rey -lo llamaron "catalanote, vete a tu tierra", expulsándole, nombrando reina a Doña Juana, que casó con el hermoso Felipe de Gante, que le duró poco, mientras su suegro gestionaba su tierra catalana, y se casaba con Germana de Foix de la que tuvieron un hijo que hubiere cambiado la historia, si no hubiere muerto infante, según expongo en el Prólogo de mi novela EL CONDE DE TLAPANCALCO, (que encontraran en Redes Sociales, a partir de primeros de Octubre 2021).
Les señalo también en mi obra, a donde fue Cortes a encontrar a su rey Carlos I, para celebrar Cortes, en Barcelona, yendo todos al Monasterio de Montserrat, donde se enterró, en ese tiempo, a un noble Aragó (¿era el padre de Cortés?.
Escudo de Hernán Cortés.
El segundo punto a estudiar es: Qué conocimientos, mentalidad, cultura, lengua tenía Cortés, y que bandera o la bandera para la cual trabajaba (en sus escudos aparecen siempre sus armas con las Cuatro Barras catalanas, propias de la corona Catalana), no apareciendo ningún Castillo, símbolo de Castilla.
Cuando vuelve a la Península Ibérica, en las dos ocasiones, no consta ningún viaje a Extremadura a ver a sus padres-familiares. Si consta viajar a Barcelona, tierras y territorios catalanes. ¿No es ello extraño? Cuando muere, lo hace lejos de Extremadura, también de Catalunya. Si era de cultura catalano-aragonesa, y tenía experiencia náutica/militar, no es de extrañar que, por sus conocimientos, fuere llamado acompañar a las Antillas, al Tesorero real, un aragonés, que es quien "le colocaría" en cargos administrativos y él, por su cuenta, navegante como se postula que debiere ser, emprendió la aventura de su expedición a Ulúa, comandando él la expedición, burlando a todo Velázquez, representante gobernador del imperio castellano.
Si, como se postula, Cortés era catalano-aragonés... no es de extrañar su comportamiento "pactista" como son los catalanes, que conquistaron todo el Mediterráneo, todo, a base de comercio, pactos y alianzas, imponiendo armas, solo, cuando les traicionaron, o cuando los otomanos (aliados con Francia, gran enemigo de Catalunya) los invadieron.
Recuérdese, Cortés perdió gran parte de su fortuna efectiva, al hundirse su embarcación (cuando quiso repetir su desembarco en Veracruz ) en playas norteafricanas, ayudando a Carlos I contra los otomanos, Carlos I lo ignoró un poco -más bien bastante, tras el segundo vieje de Cortés a Catalunya o a la Península Ibérica, (que no España, puesto que España no existía, sí la Hispania ex-provincia romana -compuesta en S-XV-XVI por muchos reinos distintos y autónomos).
En esa época 1535-1547 (según recuerdoo) Cortés no remitía oro alguno desde América, donde todo se desajustaba, con otros conquistadores de indios y de almas, todos ambiciosos de poder y de arrogancias.
Cortés pacto con totonacas, fundo una ciudad, le dio cabildo, con alcaldes y estructura administrativa y, listo como era, se hizo elegir con los cargos que no tenía, o que nadie le había dado, Capitán General y Magistrado de todo, legitimándose y legitimando a otros mas conquistadores que hicieron lo mismo, fundar primero ciudades, dejar que estas se dotaran de estructuras administrativas y cargos oficiales y estos, elegirlos a los cargos de las gobernanzas.
Muy astuto y listo, más que cualquier genio militar. Pactó también (esa era su cultura, y por su débil potencial) con tribus intermedias, hasta que llego a Tlaxcala donde sus caciques, listos, tuvieron que escoger, y escogieron bien, o aliarse con el teule, el gran Malinche, o seguir sometidos por mexicas.
Vistos los resultados, los tlaxcaltecas acertaron con el pacto "Tratado de Parra", llamo yo a todos esos pactos, que les dio ventajas fiscales y poblacionales, expandiéndose Tierra adentro, y hasta Filipinas.
(nótese también, que ni la moneda con la que se financió la descubierta, con "ducados", no, con los dineros que dice que se empeñó Doña Isabel, ni los cargos de Gobernador, ni el de Virrey, no eran moneda y estructuras castellanas, sino catalanas.
Asi pues, ¿por qué motivos se llamó Gobernador o Virrey, o Justicia... a los principales cargos en el Nuevo Mundo, mismos nombres que los cargos de gobernantes de la Corona catalano-aragonesa, virreyes de Mallorca, Nápoles-Sicilia-Cerdeña...? posesiones catalanas en el Mediterráneo, todas bajo la misma bandera que porta Cortés en su escudo de armas otorgado por Carlos I.
Observen también, los dos periodos del "Descubrimiento": el primero, por un Colom descubridor (que no Colon, quien por edad, oficio y lejanía, no podía ser genovés), existiendo muchos argumentos de que fuere catalán, o de cultura catalana, conocedor de que, desde 1282, Catalunya tenía constituciones propias (las primeras del mundo), donde los reyes debían jurar las leyes catalanas si querían ser condes-reyes de la Corona Catalano-Aragonesa (que no solo Corona de Aragón).
Colom, experimentado navegante (viajó hasta Gran Bretaña, Islandia... Mediterráneo) fue a descubrir nuevas rutas hasta Cipango, tierras del Gran Kan, para hallar una nueva ruta de las especies, no fue a guerrear, ni se preparó para ello. Se plantó allí, en el Nuevo Mundo, en su primera y segunda expedición, no con una armada y cientos de soldados para conquistar, sino con cuatro soldados de oficio como defensa y el resto colonos, unos 1,200, básicamente catalanes, aragoneses, valencianos, y mallorquines, castellanos pocos, para asentar colonias donde intercambiar-comerciar-gestionar al estilo de las Leyes del mar, catalanas, (Leyes del Consolar de Mar, de Barcelona, y de Valencia, que son las que imperaban por todos los mares conocidos, que perduraron hasta el S-XIX).
Cuando se asentaron, se gestionaron por leyes/estructuras catalanas, (haciéndolo bien o mal, a gusto de unos o de otros, con aciertos y desaciertos, esa es otra cuestión) intentando crear comercio, siendo la primera industria implantada en el Nuevo Continente, la de un catalán, un ingenio para extraer azúcar de la caña... Todo ello lo recoge mi novela EL CONDE DE TLAPANCALCO (se imprime la 1ª edición este octubre), donde se dan nombres y apellidos a los autores y a las cosas...
No fue hasta que Castilla, tras reina Isabel y doña Juana, impuso a Bobadilla, castellano él, muy conquistador, poco trabajador, quien a partir de entonces impuso en las islas Antillas, el modo de hacer de las Cortes de Castilla y sus cortesanos, es decir, impuso el no hacer nada, solo valerse de lo ajeno, agenciándoselo como propio, y poco cosa más, y así les fue a las Antillas, y así les iría a Nueva España, cuando Castilla a través de sus gerifaltes, mandó a Narváez para prender a Cortés y éste, astuto como era, compró a todo su ejército represor, que vino, no a comerciar, no a intercambiar cultura, sino a imponer su voluntad, encomiendas, a golpe de cruz, de espada, imponiendo lengua y estructura, según el hacer de las Cortes en Castilla, dominadas por cortesanos, ahora señoritos de grandes páramos y cotos de caza de condes, marqueses, señoritos o hijos-dalgos, con cerdos de pata negra, o bravas reses que torean esfuerzos, sin hacer nada sus dueños, y así les fue, y así les va.
¿Era Cortés un genio militar? No. Fue fruto de sus circunstancias. Era pactista, listo, dejó hacer a Alvarado, y se aprovechó de ello... obtuvo cierto éxito, que le creó más envidias que provechos y cuando reclamó su aportación a la corona de Castilla, (que no de España), o a la de Catalunya (a partir Carlos I, un mismo rey) las envidias de gobernadores caribeños, de curas, de obispos y de virreyes o reyes, lo denostaron, como a Colom, y los juzgaron, malamente, castigándolos la historia con el olvido, deambulando sus cuerpos muertos, de una a otra tumba, sin reposo, cuestionados, desconocidos como persona, tergiversados sus nombres y su origen, mal-juzgados por sus actos.
En toda Constitución moderna que se precia, debería añadirse un nuevo Derecho Fundamental y Universal, el DERECHO DE LAS NACIONES A LA PROPIA HISTORIA, a conocer exactamente la historia, lo que paso, nos guste o no nos guste, y con ello, la devolución a origen, de los tesoros patrimoniales expropiados a las naciones primigenias, que "guardan" ahora coleccionistas particulares o museos, adquiridos todos con malas artes. Las impresoras 3·D, con tecnologías de 5G, hacen idénticas copias. Guárdense ustedes las copias y devuelvan los originales a sus dueños. Es lo justo, mejor que pedir perdones que no restituyen nada. No destruyan estatuas ni de unos ni de otros, eso sí, remitan tales obras a museos de historia, donde deben estar esos homenajeados de conveniencia, con un QR debajo que indique lo dictadores que fueron y lo mal que lo hicieron, en su época, no siendo pues tan héroes ni importantes, si se les examina.
Guarden en todo caso esas figuras, pero no las destruyan, -no hace falta, bastante destruido está el planeta, tampoco encarguen otras a los mismos, ni de los mismo, claro. Tlaxcala, revisa tu escudo, que transmite imposición y violencia de un imperio y rey que ya es historia (con calaveras indígenas?!), con reposición del escudo que ya tenían -preciosos glifos tienen- o diseñen otro de futuro.
Amen.
Desde Catalunya : Sebastià Sardiné Torrentallé. Investigador histórico. Escritor, articulista (autor entre otros, de la novela histórica: “EL CONDE DE TLAPANCALCO”, (podrán adquirirlo en librería: Ghandi de Ciudad de Mx, en redes sociales, en editorial LETRAME, por E-book... se editara un WEB al respecto) donde les cuento lo anterior y mucho más). Con voz semanal, en la emisora Radio Universidad de Tlaxcala, en el Dial 99.5. Gracias por leerme y escucharme.
Tlapancalco/Metepec. Tlx-Mx. Eptiembre 2021.
