Es de suma importancia prevenir, investigar y sancionar todo tipo de actos que impliquen violencia en contra de las mujeres mexicanas.

 

Los ataques con ácidos y otras sustancias corrosivas son agresiones con una altísima carga simbólica. Pretenden marcar de por vida.

 

Con la finalidad de erradicar todo tipo de violencia en contra de las mujeres, la presidenta de la Comisión de Género de la Cámara de Diputados, Julieta Vences Valencia, presentó iniciativa para sancionar hasta con 16 años de prisión a quien directamente o a través de una tercera persona, perpetre ataques con ácido o sustancias corrosivas.

 

La legisladora por el estado de Puebla, detalló que se propone adicionar los párrafos primero, segundo, tercero, cuarto y quinto al artículo 294 del Código Penal Federal, para imponer de cinco a ocho años de prisión a quien cause lesión a cualquier persona dejando un daño físico, motriz, psicológico o económico, utilizando para ello ácidos o sustancia corrosiva, cáustica, irritante, tóxica o inflamable o cualquier otra sustancia que por sí misma o mezclada con otros agentes, genere lesiones internas, externas o ambas.

 

La congresista advirtió que cuando esta lesión se cometa en agravio de una mujer, la pena se aumentará el doble en razón de la pena inicial prevista en este artículo, por lo que los agresores podrían alcanzar una pena de hasta 16 años de prisión.

 

Asimismo, el andamiaje jurídico propone que el personal de salud deberá notificar al Ministerio Público de los casos de lesiones provocadas por agentes químicos que reciban para atención médica.

 

Agregó que el Ministerio otorgará el reconocimiento de la calidad de víctimas de conformidad con la Ley General de Víctimas, para que se tramiten los procedimientos de reparación integral del daño.

 

La parlamentaria mencionó que esta es una respuesta legislativa frente a los casos de ataques como los ocurridos con Luz Raquel en Jalisco, pero también los registrados en Morelos y Puebla recientemente.

 

Vences Valencia insistió que es de suma importancia prevenir, investigar y sancionar todo tipo de actos que impliquen violencia en contra de las mujeres mexicanas.

 

"El Poder Legislativo Federal debe buscar disuadir cualquier tipo de conducta que contravenga derechos fundamentales como lo es el derecho de acceso a una vida libre de violencia de las mujeres, niñas y adolescentes", señaló.

 

Apuntó que los ataques con ácido, además de causar trauma psicológico, provocan dolor agudo, desfiguración permanente, posteriores infecciones, y a menudo ceguera en un ojo o ambos”.

 

"Los ataques con ácidos y otras sustancias corrosivas son agresiones con una altísima carga simbólica. Pretenden marcar de por vida. Dejar en el rostro desfigurado y en el cuerpo de la víctima la estampa de su crimen, de sus celos, de su odio. Una huella imborrable y dramática".

 

Indicó que el ácido y otras sustancias abrasivas son utilizadas en muchos países como un arma que no solo pretende causar un sufrimiento físico enorme o, incluso, la muerte, sino también para imponerle una condena social que la acompañará de por vida.

 

"Al mirarse al espejo, al observar las reacciones de los otros. Es la marca de la posesión. Una firma ardiente que lastra la vida, o lo que queda de ella, de miles de mujeres en todo el mundo”, lamentó.

 

Puntualizó que esta modalidad de violencia ejercida principalmente en contra de las mujeres es llevada a cabo con la finalidad de buscar venganza por celos, rechazos sexuales o románticos, siendo estas algunas de las razones por las que actúan los perpetradores.

 

De acuerdo con el INEGI el 49.3% de los casos de violencia en contra de las mujeres ha sido ejercido por su pareja actual o su última pareja, es decir, existe un alto índice de casos en los que se da en el marco de relaciones afectivas.