A pesar de los llamados de la Secretaría de Salud por evitar las actividades masivas ante el aumento de contagios de COVID-19 en Tlaxcala, la ciudadanía ha hecho caso omiso a las advertencias y las fiestas de cambriana se llevan a cabo sin ningún recato ni temor a la autoridad.
Del mismo modos la “ley seca” decretada por el Gobierno del Estado para los días 24 y 25 de diciembre no se respetó y varias vinaterías, depósitos y tiendas de abarrotes vendieron toda cantidad de bebidas alcohólicas.
Este panorama prevaleció en el municipio de San Juan Huactzinco, donde los habitantes tras la fiesta patronal de este 27 de diciembre, iniciaron los festejos con diversas actividades religiosas.
Durante estos días en la comuna se realizaron bodas y quince años; las posadas de la Iglesia Católica no fueron supeditas, las cueles se llevaron acabo en los domicilios de las personas que fueron nombradas desde el años pasado para realizar estas celebraciones.
Algunos vecinos, reportaron a este medio que el Ayuntamiento que encabeza el alcalde, Alfredo Valencia, hace caso omiso a los llamados para que intervenga y restrinja esos eventos, incluso los policías municipales no hacen nada al ver la venta de alcohol de manera desmedida.
Lamentaron que ni Protección Civil realice en verdad los operativos que anunció con antelación, pues jamas se ha visto ninguna brigada que recorra el municipio, pues al parecer confía en la actuación de la alcaldía, pero desafortunadamente no hace nada para poner orden.
Agregaron que con pandemia o sin pandemia, en este municipio el desorden predomina por el exceso consumo de alcohol y más en estas fechas donde los comerciantes regresan de la venta del pan de fiesta, y con la celebración del Santo Patrón “San Juanito” conviven a lo grande sin ninguna limitante.