Aunque la incidencia del dengue se triplicó este año, el gobierno federal retrasó tres meses la compra de insecticidas contra el mosco transmisor de esta enfermedad porque aseguraron que se detectó corrupción en las compras de estos productos. Pese a ello, finalmente la compra se adjudicó directamente a las mismas empresas que vendían a la pasada administración federal.