Durante cada jornada el equipo femenil de basquetbol de la Universidad Interamericana había dejado evidencia de su competitividad puesto que, a pesar de no encontrarse con su segunda victoria en su campaña de debut en la División I de la Liga ABE, en cada juego había acariciado el éxito, de tal manera que la diferencia con sus rivales apenas había sido de uno o dos puntos.