“Otras pandemias del matrimonio y la familia” fue el tema de la Cátedra de Familia Amoris Laetitia, en el marco del Año de la Familia convocado por el Papa Francisco

“El amor es paciente, es servicial, el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no produce con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”, fue la frase con la cual los exponentes dieron inicio a la segunda charla de la Cátedra de Familia Amoris Laetitia.

Dicha Cátedra se desarrolla en colaboración con la Universidad Intercontinental en el marco del Año de la Familia convocado por el Papa Francisco y en esta ocasión de desarrolló la temática “Otras pandemias del matrimonio y la familia”, platica sobre el matrimonio y factores específicos que circulan al rededor del mismo.

Aida Rodríguez Hernández y Jorge Alberto Varela Olivares, han cumplido 25 años haciendo el centro de su amor la misma comunión con Dios, y han abierto su hogar a sus hijos espirituales enseñándoles y evidenciándoles que el matrimonio no es un simple objeto que se puede desechar sin más, sino que es un don dado por Dios por lo tanto este jamás será casual, ni accidental sino un plan de vida el cual tendrá como fin la procreación como también la formación de un núcleo tan íntimo donde el amor pueda seguir creciendo.

 Explicaron que el amor es como una carreta la cual debe de contar con sus cuatro ruedas para que esta pueda tener un muy buen funcionamiento: “la primera rueda de nuestra carreta será el amor de amistad el cual es el simple hecho de que debes de poder confiar en tu pareja como también debe de haber mucha lealtad afecto y respeto.

 Por otro lado, agregaron, existe también el amor pasional el cual se refiere a la pasión por la persona amada, amor de compromiso que se da desde el momento en el que decides comprometerte con el otro aceptándolo en el sacramento del matrimonio.

 Y por último, el amor cristiano, el cual Aida Rodríguez Hernández, considera es el más importante de los cuatro ya que será éste el que fecunde completamente el sentido del amor entre los esposos al velar el uno por el otro.

 “Estos cuatro factores enriquecerán a un matrimonio estable”, aseguró la ponente.

Por otro lado, mencionaron que la COVID-19 ha sido una pandemia que ha puesto a prueba a muchos matrimonios y familias. No obstante, dijo, existen otras pandemias que realmente han afectado a la sociedad. Una de éstas, señaló, es el trabajo ya que parece que la única razón del matrimonio es el conseguir estabilidad económica dejando un sentimiento de vacío a los hijos.

Otro aspecto a resaltar sobre esta exposición fueron las amenazas que enfrentan los matrimonio y familias hoy en día para que éstas tengan un buen desarrollo. Por ejemplo, que la sociedad está llena de antivalores los cuales sino son hablados con la seriedad que estos merecen se pueden convertir en aspectos negativos teniendo como consecuencia un mal desarrollo de estos a futuro.

Para cerrar la plática, Jorge Varela habló sobre los desafíos que pueden afectar la dinámica familiar. En este sentido dijo, debe existir una educación adecuada entre padres e hijos.

Esta exposición terminó con diez simples pero reflexivas recomendaciones las cuales pueden funcionar en un matrimonio en el cual siempre se busque mantener la felicidad y equilibrio del mismo, la primera es orar juntos, iniciar el día con un beso, apoyarse mutuamente en sus proyectos, arreglarse el uno para el otro, abrazarse mucho, escucharse mutuamente, hablar abiertamente sobre sus necesidades, enamorarse día tras día, dormir sin estar enojados y por último pero no menos importante ser agradecidos el uno con el otro con ayuda de estas recomendaciones como con los puntos ya expuestos podremos hallar un matrimonio lleno de felicidad y armonía.