Al inicio de la pandemia por COVID-19, cuando tuvimos que estar en confinamiento durante varios meses, la Clínica de Nutrición de la Universidad Iberoamericana puso a disposición de la comunidad universitaria, de manera gratuita, sus servicios de asesoría nutricional de forma virtual.
Desde abril del 2020 a septiembre del 2021, han ofrecido alrededor de 2 mil asesorías de nutrición a 300 usuarios, entre los que destacan estudiantes, docentes, personal administrativo y de servicio. El 72% corresponde a mujeres y el 28% a hombres.
Los principales motivos de consulta durante este periodo de pandemia han sido la orientación nutricional, con el fin de ayudar a las personas a llevar una alimentación saludable que mantenga su sistema inmunológico en estado óptimo.
La Mtra. Gladys Bilbao y Morcelle, coordinadora de la Clínica de Nutrición de la IBERO, platicó que la comunidad universitaria buscó atención nutricia para bajar de peso a causa del incremento que tuvieron relacionado con el comer emocional, la falta de actividad física y las pocas opciones de alimentos durante su periodo de confinamiento.
La docente dijo que la principal alternativa de las personas fue pedir comida a domicilio con un alto aporte de calorías, como pizzas, hamburguesas, alitas, nuggets de pollo, etcétera. Así mismo, y no menos importante, reportaron un incremento en el consumo de bebidas alcohólicas.
El estudiantado de licenciatura, de maestría y doctorado son quienes más solicitaron el servicio de nutrición durante los meses de confinamiento. También recibió asesorías un pequeño porcentaje de exalumnos y población externa a la Universidad, la mayoría familiares de alumnas y alumnos y colaboradores de la comunidad universitaria.
De acuerdo con información de la Clínica de Nutrición, adscrita al Departamento de Salud, 18 usuarios pasaron de sobrepeso a peso normal, 11 pasaron de obesidad a sobrepeso y 1 con obesidad alcanzó su peso normal.
Asimismo, aunque cuatro personas con obesidad no alcanzaron todavía una transición al sobrepeso, lograron disminuir su grado de obesidad a un nivel más bajo. Por otro lado, cinco de los estudiantes que buscaron ganar peso, ya se encuentran en uno saludable. Quienes subieron de peso, lograron los objetivos de mejorar su alimentación.