De acuerdo a la Secretaría de Educación Pública federal, más de 36 millones de estudiantes en el país continuarán su formación en casa debido a la contingencia sanitaria por el COVID-19, situación que representa un desafío sin precedentes.

 

“Importante replantear la educación humana, crítica, responsable y ética mediante la reestructuración de la educación social, pues solo así podremos avanzar hacia un espacio social más justo, igualitario y de oportunidad social”, aseguró el secretario de Educación, Melitón Lozano Pérez, en su participación en el seminario denominado “Desafíos de la Educación en México ante el COVID-19”, organizado por el Instituto para el Aprendizaje a lo largo de la vida de la UNESCO (UIL, por sus siglas en inglés) y la Red de Ciudades del Aprendizaje de México.

 

De acuerdo a la Secretaría de Educación Pública federal, más de 36 millones de estudiantes en el país continuarán su formación en casa debido a la contingencia sanitaria por el COVID-19, situación que representa un desafío sin precedentes para el sistema educativo nacional.

 

El titular de la dependencia fue el encargado de dar el discurso de apertura al seminario web, en el que participaron investigadores, presidentes municipales y diferentes autoridades gubernamentales de todo el país.

 

En ese marco, explicó que uno de los objetivos para lograr el avance que se necesita, es redireccionar hacia la educación permanente lo que significa que el ser humano ponga en práctica lo aprendido a lo largo de su vida, y eliminar la idea de que solo las y los niños, las adolescentes y jóvenes, deben recibir educación.

 

“Todos en cualquier edad pueden aprender y requieren actualizarse; este es el momento para reactivar la educación en todas las edades”, aseguró el funcionario.

 

Melitón Lozano señaló que habrá nuevas formas de convivencia, por lo que se debe fortalecer la educación como un derecho, y ante los cambios mundiales, se hace necesario un movimiento global de prevención y educación para la salud, así como orientación nutricional.

 

“Un mundo más solidario, evitar el acaparamiento, el lucro, fortalecer valores culturales, morales, espirituales y reconocer a la familia como la mejor institución de seguridad social, sería un camino adecuado”, sostuvo el secretario.

 

Finalmente, comentó que los retos para la educación formal y no formal, consistirán en favorecer el aprendizaje profundo (conocimientos, habilidades y actitudes), así como emplear métodos activos, reflexivos, promover la capacidad de “aprender a aprender” y el proceso autorreflexivo de aprendizaje, e implementar la acción-reflexión-acción.

 

El seminario tiene el fin de poner en perspectiva las principales acciones de las ciudades mexicanas, integrantes de la Red Ciudades del Aprendizaje de la UNESCO, para planes de contingencia, posibles soluciones y analizar la relevancia del aprendizaje no formal para hacer frente al panorama adverso.