El distanciamiento social puede tener efectos psicológicos importantes, sobre todo en quienes tienen antecedentes clínicos. La comunicación y el autoconocimiento son claves para pasar los tiempos de guarda en armonía.

 

Con el paso de los días, es normal que comencemos a sentirnos desorientados por las grandes cantidades de información que hemos consumido, el tiempo que hemos pasado en el mismo lugar y la inevitable incertidumbre que rodea a la contingencia internacional.

 

En términos generales, los efectos psicológicos de la pandemia se relacionan con cuadros de ansiedad, hostilidad y nerviosismo. Como señala el, Dr. Quetzalcóatl Hernández Cervantes, coordinador del Doctorado en Investigación Psicológica de la IBERO Puebla, no es solo el confinamiento la principal fuente de psicosis, sino la posibilidad latente de contagio que prevalece en la conciencia colectiva.

 

Afortunadamente, se trata de un escenario que no es del todo desconocido. Mucha gente ha encontrado el paralelismo con la contingencia por influenza de 2009 o la incertidumbre tras los sismos de 2017. Además, las personas que han tenido intervenciones quirúrgicas o enfermedades de largo tratamiento saben lo que es mantenerse en casa por tiempos prolongados.

 

Tómate un segundo

 

Ya sea que estés pasando los días de resguardo individualmente o en compañía de tu familia, las inminentes tensiones pueden crecer si no se les trata adecuadamente. El Dr. Quetzalcóatl Hernández recomienda tres ejes de acción para reconocer y aliviar sentimientos negativos:

 

Validación. Cuando aceptamos que ineludiblemente vamos a toparnos con cuadros de sentimientos y emociones adversas, podremos comunicarnos entre nosotros y tomar acción.

 

Exteriorización. Si procuramos mantenernos en una falsa entereza podríamos terminar expresándonos de maneras dañinas para nosotros mismos y para los demás. Debemos entender que todo es transitorio: estos pensamientos y sentimientos pasarán.

Tolerancia. Cada persona vive estos escenarios de forma distinta, por lo que es importante permitir y fomentar los espacios de privacidad. Nos podemos llegar a cansar de esta convivencia diaria, lo cual no significa otra cosa más que el reajuste de los hábitos y estilo de vida.

 

Conócete a ti mismo

 

Para mucha gente, la crisis sanitaria llega en momentos de vulnerabilidad emocional o justo a la mitad de un tratamiento terapéutico o psiquiátrico. En estos casos, destaca el académico del Departamento de Ciencias de la Salud, se cuenta con la facilidad de continuar los procesos clínicos a distancia para mantener la comunicación y llevar control de los casos.

 

Si una persona sabe que es propensa a desórdenes emocionales o padece de enfermedades diagnosticadas que no están siendo tratadas, Hernández Cervantes recomienda llevar a cabo los siguientes ejercicios:

 

Respiración diafragmática. Inhalar profundamente utilizando el diafragma, llenando el estómago, y exhalar lentamente. Esto ayuda a situar el pensamiento y regular el ritmo cardiaco.

 

Relajación progresiva. Sé consciente de las reacciones físicas que tienes antes y durante una crisis de ansiedad o estrés y anticípate a ello mediante ejercicios de estiramiento, respiración y focalización del pensamiento.

 

Proyección de escenarios seguros. Una de las técnicas predilectas de la psicología. Visualiza un espacio en el que te sientas cómodo y en paz y trata de evocar hasta los mínimos detalles que te hagan sentir cómodo.

 

En lejanía, pero no en abandono

 

No es lo mismo estar distantes que mantenernos aislados. La emergencia sanitaria nos orilla a practicar un distanciamiento social que nos aleja de forma física. No obstante, la convivencia permanece de manera virtual gracias a la tecnología y las precauciones correspondientes.

 

Por su parte, el aislamiento puede ser un fenómeno de rechazo social autoimpuesto cuyos antecedentes suelen ir más allá de la cuarentena. “El principal diferenciador está en la comunicación significativa: el distanciamiento no nos priva de comunicarnos; el aislamiento, sí”.

 

Desde el ámbito profesional, existen opciones de asesoría y atención a distancia. La Asociación Psicoanalítica Mexicana ha proporcionado una línea de atención. Además, la Asociación Mexicana de Suicidología, mantiene un espacio radiofónico semanal cuyo eje central gira en torno a la salud mental. Lo más importante es aceptar la situación que estamos viviendo y hablar de aquello que nos afecta en el interior.

 

 

Texto: Roberto Pichardo Ramírez/ZHR

 

Foto: Ramón Tecólt González

 

Diseño Gráfico: Daniel Ruiz Gómez