Especialista en taxonomía y ecología de hongos liquenizados, de la Facultad de Ciencias Biológicas, habla sobre la relevancia de estos organismos

 

Los líquenes son organismos muy importantes en los ecosistemas y pueden ser utilizados como indicadores de contaminación, ya que al carecer de una cutícula protectora tienen mayor facilidad para captar humedad y absorber metales pesados que se encuentran en el ambiente, expresó Rosa Emilia Pérez Pérez, académica de la Facultad de Ciencias Biológicas (FCB).

 

Con estudiantes de licenciatura y maestría de la FCB, de la Universidad Autónoma de Morelos, de la Universidad Autónoma de Aguascalientes y del Instituto de Ecología, A.C., la académica investiga sobre la taxonomía y ecología de los líquenes, con el objetivo de identificar la composición de esta comunidad  en  diferentes ecosistemas, principalmente de los esdtados de Aguascalientes, Chiapas, Estado de México, Guerrero, Morelos, Oaxaca, Puebla y Veracruz.

 

          “Iniciar un nuevo proyecto siempre es emocionante, vamos con la curiosidad por saber qué líquenes conforman la comunidad, en qué condiciones los encontraremos, si habrá especies nuevas o consideradas en riesgo, endémicas o de amplia distribución, así como conocer las interacciones que tienen con el entorno en el que se encuentran”.

 

          Actualmente, la investigadora cuenta con una base de datos con más de 5 mil ejemplares, los cuales fueron recolectados en varios lugares a lo largo de las últimas dos décadas. “Lo que se busca es ampliar esta colección enfocándola al estado de Puebla y que en algún momento sea parte de las colecciones biológicas de la propia FCB”, señaló.

 

          Rosa Emilia Pérez Pérez agregó que la idea es que cuando la colección esté debidamente procesada sea consultada por académicos, especialistas e investigadores, y que este reservorio llegue a ser importante en la formación de estudiantes; incluso, que pueda ser consultada por aquellos que  toman decisiones, ya que a partir de la presencia de los líquenes se puede inferir las condiciones de los ecosistemas.

 

          En este sentido, refirió que los líquenes son útiles como indicadores de áreas conservadas; por ejemplo, en un bosque templado donde se observen ejemplares en el suelo, grandes y con formas de crecimiento diversas, se puede suponer que ese lugar se encuentra en buenas condiciones. Se trata de una información muy importante para no destruir y transformar los ecosistemas, sino luchar por conservarlos.

 

          En Puebla llevan a cabo investigaciones en los bosques mesófilos de montaña, donde estudian la estructura forestal de las zonas y la forma en la que estas impactan en las comunidades liquénicas.

 

          Además de contribuir con la labor de recolección y clasificación de los líquenes, los estudiantes también han buscado involucrar a los habitantes de las comunidades a las que han acudido, tal es el caso de San Vicente Nuñú, en Oaxaca, ubicada en medio del bosque y cuyos pobladores están interesados en su conservación, por lo que se les han dado charlas y mostrado diferentes ejemplares para su identificación y enseñarles sobre la importancia que tienen. 

 

 

 

La relevancia de los líquenes

 

La experta informó que en el país existen alrededor de 5 mil especies de líquenes, de las cuales hay un registro de 2 mil 700 a nivel nacional, es decir poco más del 50 por ciento.

 

           “Los líquenes son el resultado de la asociación simbiótica entre hongos, algas verdes y cianobacterias; en particular, los cianolíquenes contribuyen en el ciclo de nutrientes, ya que fijan nitrógeno atmosférico durante su crecimiento, el cual posteriormente estará disponible al ecosistema conforme los líquenes mueren y se descomponen”.

 

          Además, estos organismos son base de la cadena trófica en algunos ecosistemas, algunos insectos se alimentan de ellos. También son un recurso importante para las aves, que los utilizan como material para construir sus nidos y debido a que tienen funciones antibacterianas y antimicóticas sus crías se ven protegidas ante enfermedades.

 

          Otro ejemplo de su importancia en el ecosistema es que los costrosos que se encuentran en las rocas, con el tiempo las deshacen, lo que contribuye a la formación de suelo. Los líquenes de suelo evitan la erosión y ayudan a mantener la humedad del suelo; además, atrapan semillas de la flora adyacente con lo que se favorece el establecimiento de las plantas vasculares. Por ello, los líquenes son organismos de vital importancia en la formación y conservación de los bosques.

 

          También pueden ser utilizados como indicadores de conservación o de contaminación, a partir del diámetro de algunos líquenes costrosos, también se usan para datar la edad de las rocas y han sido instrumento para medir la antigüedad de los glaciares (liquenometría).