Fernando Hernández Aldana, quien ha participado en otros proyectos destacados como el desarrollo de Nanoderma, propone mediante la fotoquímica y la fitorremediación mejorar la calidad del agua tratada.

 

El tratamiento de las aguas residuales remite a procesos que limpian y reincorporan a los mantos acuíferos o a los sistemas de agua potable el líquido tratado. Algunas metodologías para este proceso surgen en la BUAP, a través del Laboratorio de Química Ambiental que dirige el doctor Fernando Hernández Aldana, quien propone el uso de luz ultravioleta (fotoquímica), pero también el empleo de algas a través de la fitorremediación.

 

Con la fotoquímica, explica en entrevista Hernández Aldana, se transforman contaminantes orgánicos utilizando radiación, especialmente luz ultravioleta, mientras que en el caso de la fitorremediación se recurre al uso del alga Chlorella vulgaris para eliminar metales pesados. Estos procesos, en combinación con otros que ya están en operación, podrían mejorar la calidad y aprovechamiento del agua.

 

De acuerdo con cifras que maneja este año la Oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión, México reporta como tratadas el 57 por ciento de las aguas residuales colectadas, sin embargo más de la mitad de las plantas tratadoras municipales recibieron una calificación de “pésima” en su funcionamiento.

 

Lo anterior deriva no solo en problemas de contaminación y degradación del medio ambiente, sino también en importantes pérdidas económicas. En México se estima que los costos por contaminación del agua pueden ser de 57 mil millones de pesos, mientras que los daños ambientales asociados ascienden a los 900 mil millones.