Barcelona ha estado en una constante renovación debido al envejecimiento de su generación dorada y la mala planeación de la directiva que no acierta con los nuevos talentos para que ocupen esos lugares y que ayuden a mantener al equipo en los niveles más altos. Su inercia ganadora, el factor Messi y uno que otro refuerzo que se consolida le dan para seguir pelando la liga española y la Copa del Rey, pero las humillaciones en la Champions League han sido persistentes desde que ganó el triplete en la temporada 2014-15 y cada año ha sido peor.