Con un trabajo magistral, el mexicano fue la estrella de la jornada de gloria de los Dodgers. Lo fue también la decisión del manager Dave Roberts, quien en las últimas temporadas había acarreado críticas y esta vez tomo una decisión valiente cuando en la novena entrada, desechó “el librito”, no trajo a su cerrador estelar, Kenley Jensen, y decidió dejar al zurdo mexicano. Noche memorable también en Arlington para el béisbol mexicano. Ganó el juego Víctor González y lo salvó otro, Urías. Mejor homenaje a Fernando Valenzuela, imposible…

 

SAN DIEGO, California.- Las redes sociales exigían un manager valiente de Los Angeles Dodgers. Dave Roberts dio un paso al frente.

 

Con el juego 3 a 1 y con la novena entrada a la vista, a 3 outs de la gloria, Roberts tomo una decisión que él sabía podría marcarle como manager por el resto de sus días. Traer a su estelar cerrador, Kenley Jensen --312 salvamentos en su carrera-- y el hombre al que le pagan un contrato de 80 millones de dólares o dejar al mexicano Julio César Urías de 24 años para acabar con el ayuno de 32 que tiene la novena angelina. Roberts optó por lo segundo, arriesgó y ganó…

 

Era obvio que Roberts debía utilizar a Jensen en la novena entrada. Si no lo hacía y llegaba a perder el juego, habría muchas críticas para él. A Jensen, insisto, le pagan para cerrar los juegos. A Roberts, por tomar decisiones. A nosotros, por especular.

 

¡Se queda Urías! Tenía toda la confianza de Roberts…

 

Y luego, comenzó “el concierto” del zurdo sinaloense. Rectas de 94, 95 millas. La esquina de adentro, la de afuera, el cambio de velocidad y esa recta que se mueve horizontalmente y que genera desconcierto en el bateador. Lo más asombroso de todo sigue siendo la tranquilidad de Urías a sus 24 años. No se nota que está cerca de una hazaña, ni una pizca de nerviosismo y de la gran presión que seguramente tenía sobre sus hombros.

 

El trabajo de Urías ha valido la noche y el ansiado título de los Dodgers. Su labor desde el montículo digna de un gran pitcher y de una estrella futura del juego. Increíble pero cierto: la tirilla del juego final de la Serie Mundial 2020 dirá que ganó un zurdo mexicano (Víctor González) y que salvó el juego otro zurdo mexicano (Julio César Urías). El homenaje a Fernando Valenzuela estaba consumado.

La tercera Serie Mundial en los últimos cinco años fue la definitiva para Dave Roberts, el manager de los Dodgers, la noche deja una enseñanza clara: los managers que desechan “el librito” y juegan más con la consciencia y el corazón, tienen más oportunidades de ganar. Él tomo riesgos cuando debía tomarlos y acertó.

 

El béisbol, la vida y sus caprichos: Clayton Kershaw, quien ganó dos partidos en esta Serie Mundial, terminó abrazando y felicitando a Julio César Urías.

 

Me da mucho gusto por los Dodgers. Una franquicia grande, fundamental en el béisbol, excelentes peloteros, memorables hazañas y el primer club que le abrió las puertas a un beisbolista de raza negra. Felicitaciones a todos sus aficionados…

 

No hay mal que dure 100 años. Treinta y dos años después, los Dodgers son campeones y del brazo zurdo de los mexicanos…

 

@Faitelson_ESPN