El conjunto africano buscará evitar que CR7 les cause un daño igual o peor que a España

 

Casi cuatro años pasaron del último hat-trick anotado en una Copa del Mundo. Fue Xherdan Shaqiri a Honduras el 25 de junio de 2014. El siguiente en hacerlo fue Cristiano Ronaldo a España el 15 de junio pasado. Desde entonces, todo Marruecos se pregunta cómo evitar que CR7 le cause un daño similar o peor.

 

La estadística, por extraño que parezca, marca una tendencia que favorece a los africanos. Antes del portugués, los últimos tres que marcaron triplete en un partido de Copa del Mundo fueron el ya mencionado suizo, el alemán Thomas Müller y el argentino Gonzalo Higuaín. En su siguiente duelo, no marcaron.

 

En los casos mencionados, los tantos significaron triunfos para sus países, excepto para Portugal, que padeció la amargura del empate, después de que Cristiano hiciera tres goles.

 

Más allá de los números, existe la preocupación en la selección de Marruecos sobre cómo hará su defensa para detener al ariete del Real Madrid.

 

Contra La Furia, el mapa de calor muestra que CR7 principalmente se movió en el centro y de mitad para adelante, preferentemente por izquierda, pero sin pasar de tres cuartos de cancha; mientras que por derecha llegó hasta el borde del área. Es decir, el trabajo le correspondería al contención, lateral y central derecho, y al zaguero izquierdo.

 

 

Contra Irán, los Leones del Atlas utilizaron como lateral derecho a Nordin Amrabat, en teoría el encargado de marcar a Cristiano; en la central y contención derecha estuvieron Medhi Benatia, y Karim El Ahmadi, respectivamente. Mientras que como zaguero izquierdo apareció Romain Saiss.

 

Los africanos permitieron cinco tiros dentro del área y cuatro más desde afuera ante los asiáticos, por lo que no pueden darse ese lujo si quieren seguir vivos.