Con doblete de Di María y uno más de Meunier, los parisinos ganaron 3-0 a los Merengues

 

Real Madrid debutó con derrota en la Liga de Campeones 2019-20 en un duelo en el que dormitó y se vio superado 3-0 por un inspirado París Saint-Germain.

 

En el Parque de los Príncipes el equipo madrileño se mostró plano, inapetente, a merced de un rival intenso, que tuvo más ganas de buscar el triunfo, de reivindicarse ante un grande.

 

El senegalés Idrissa Gueye reinó en el centro del campo y, a partir de ahí, desarticuló a todo el Madrid, reducido a un conjunto menor, expuesto a los asaltos franceses, que llevaron la firma de Di María.

 

El brasileño Neymar y el francés Kylian Mbappé, sancionado el primero y lesionado el segundo, lo disfrutaron en el palco del primero, donde no apareció el uruguayo Edinson Cavani, el tercer punta del tridente también ausente por problemas físicos.

 

No los echó de menos el PSG, porque encontró a un Di María en estado de gracia, que se fue agrandando a la par que su equipo y que perforó dos veces la red de Courtois.

 

A los 14 minutos al culminar de forma magistral un pase de Bernat, rápido, sin pensar, sin tiempo para reaccionar el portero blanco; a los 33 en un colocado disparo desde la medular del área, tan ajustado que de nada sirvió la estirada del meta belga.

 

Entre medias, el colegiado había anulado, con ayuda del VAR, un tanto de Bale por mano, el único conato de respuesta por parte de un Madrid indolente.

 

No cambió el panorama la charla de Zidane en el descanso. Su equipo pareció tener algo más de intensidad, pero no fue más que un espejismo. En cuanto el PSG se ajustó, volvió a arrinconar a los visitantes, incapaces de sacar la cabeza del naufragio general.

 

Cuando agonizaba el encuentro, con el Madrid ya rendido, los dos laterales parisienses firmaron el tercero, un contragolpe lanzado por Di María que dejó a Meunier y a Bernat en un dos contra dos que el belga acabó transformando.

 

Con este resultado, el Real Madrid rompió su racha positiva en el Parque de los Príncipes en los estrenos en la Fase de Grupos de la Liga de Campeones, que se mantenía desde que cayó en Lyon en 2006, con doce triunfos consecutivos.