Pusieron como ejemplo la despenalización del aborto solo en seis estados del país

 

(Viridiana Saavedra | El Occidental) Aunque hay avances en materia de equidad en el país, todavía existen pendientes en beneficio de las mujeres, coincidieron feministas en su participación en el Encuentro de Gobierno y Sociedad Civil denominado "Es la democracia liberal compatible con las luchas de las mujeres por una vida digna", organizado en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

 

Enumeraron hechos recientes, como la despenalización del aborto en Colima, que se suma a la reducida lista de estados que ya no criminalizan a las mujeres por interrumpir su embarazo, pero recordaron que todavía son mayoría las entidades donde sus congresos le han negado ese derecho a las mujeres.

 

"Las mujeres tenemos que ir a contracorriente en términos de exigir lo que es nuestro, de exigir nuestros derechos y en México gracias a un trabajo que lleva décadas, desde principios del siglo pasado, se ha venido consolidando un movimiento muy importante y gracias a la marea verde que exige el aborto legal", dijo Rebeca Ramos Duarte.

 

Por su parte, Martha Tagle, agregó que además de alcanzar posiciones de poder, es importante que las mujeres en cargos de tomas de decisiones, tanto públicas, como privadas, atiendan a las demandas de las mujeres.

 

"Queremos mujeres con poder, en el poder, para transformar la vida de las mujeres, no nos vamos a conformar con mujeres que siguen tomando decisiones como los hombres".

 

Agregaron que el sistema sigue sin resolver los niveles de violencia y todos los días hay mujeres violentadas, asesinadas o abusados sexualmente, incluyendo niñas y adolescentes, lo que refleja la necesidad de endurecer los castigos para los responsables.

 

A su vez, Cecilia Soto señaló que una cosa es el "mujerismo" y simpatizar con que las mujeres lleguen a cargos públicos y otra es el feminismo, que requiere evaluación de la vida y compromiso para lograr cambios en la vida de las mujeres.

 

"El sistema patriarcal representa el modus opresor más antiguo que conocemos, es algo revolucionario que cambia entre siglos y siglos, que se apoderó de nuestras mentes y parecía normal a las mujeres, pero hemos ido desmontando poco a poco y en las últimas dos décadas ha tenido avances mayores".