En algún momento fue más colectiva de lo que es ahora, cuando había menos liberación femenina, dice Andrea Fuentes

 

Antes, cuando había menos liberación femenina, las prácticas de maternidad eran colectivas, es decir, en la crianza y en los cuidados de los hijos se involucraban otras madres, abuelas, tías, y vecinas, expresa Andrea Fuentes, editora y coordinadora del libro Mucha madre, una compilación de 12 ensayos sobre el significado de la maternidad.

 

Las autoras que escriben en la obra editada por Almadía son: Gabriela Jauregui, Luisa Fuentes, Jazmina Barrera, Clarisa Moura, Abril Castro, Violeta Celis, Pilar Villela, Sara Schulz, Ave Barrera y Gina Jaramillo. Además, cada texto es ilustrado por Amanda Mijangos, Sol Undurraga, Liz Meville, Rachel Levit Gala Navarro, Sonia Pulido, María Luque y Carmen Segovia.

 

Un planteamiento en común de las autoras es que la maternidad debe ser colectiva.

 

“En la evolución histórica de las prácticas sobre la maternidad, en algún momento era mucho más colectiva de lo que es ahora, irónicamente había menos liberación femenina, pero estaba inserto en el sistema que la realización de las mujeres era dedicarse al cuidado de los hijos y por la manera en que se vivía eso era un cúmulo de mujeres: la madre, la abuela, la tía, las vecinas”, señala Fuentes.

 

La compiladora destaca que había una maternidad más colectiva que excluía a los hombres, pero ese proceso se transformó y hoy vivimos en sociedades individualistas en todos los sentidos.

 

“Cada uno está  metido en su casa proveyéndose para sí mismo y lo que planteamos en el libro es la práctica de la colectividad,  esto es, repensarla no como exclusiva de las maternidades sino de toda la sociedad. La generación de madres, no en término de edades sino de que estamos pariendo hijos en este momento, nos damos cuenta que es imposible sostener las crianzas individualizadas”, expresa.

 

No ser la madre sacrificada, hay que romper esa idea, enfatiza Andrea Fuentes.

 

 “Hay muchas personas que pueden maternar, puedes no ser madre pero seguro tienes un sobrino, una amiga con un hijo…estamos siempre rodeados de maternidades. En Mucha madre no estamos hablando de pañales o de cómo sufrimos, hablamos de cómo nos posicionamos como mujeres vinculadas con el feminismo, no sólo es que otros cuiden un rato a tu hijo sino también de aprender a escuchar las otras voces de cómo maternar”, señala.

 

La autora Clarisa Moura plantea en su ensayo si un hijo contamina más que Monsanto porque algunos estudios dicen que lo mejor que podemos hacerle al planeta es no tener más hijos.

 

¿Qué opinas de esa postura y argumento?

 

Vivimos en un sistema donde aparentemente hay un discurso de liberación, pero es un sistema capitalista donde todo se usa para un fin de productividad, en algún momento las mujeres nos convertimos en fuerza de trabajo y creo que pasamos de la libertad de elegir ser o no ser madres a la idea de que tener hijos es contradictorio.

 

“La pregunta es: ¿eso responde a un proceso de liberación o a una dominación más del sistema porque el sistema necesita mujeres y hombres productivos dedicados cien por ciento a trabajar y producir, de las 8 de la mañana a las 12 de la noche estamos trabajando para alguien más y por supuesto las mujeres y hombres con hijos no se acomodan a ese sistema”, responde.

 

Fuentes comenta que si la educación de los hijos no cambia en el sentido de que serán generaciones igual de contaminantes y agresivos con el planeta, la solución  no es tener o no hijos

 

“¿En qué imaginario colectivo estamos situados sobre los cuidados, las relaciones de afecto, de amor, de cariño y de la ternura radical que pensamos que antes que luchar contra un montón de cosas de lo que sí contamina y sí destruye como un simple viaje en avión, catalogamos la reproducción de la vida en un lugar negativo?”, cuestiona.

 

DESPIDOS. ¿Cómo terminar con los despidos injustificados de mujeres embarazadas, cómo acelerar los matrimonios del mismo sexo o cómo terminar con entrevistas de trabajo que te preguntan si planeas embarazarte?, se le cuestiona Andrea Fuentes. La solución está en las políticas públicas, acepta.

 

“Tendría que haber leyes de amparo más efectivas para que si te preguntan en un trabajo si estás planeando embarazarte, puedas decir: estás cometiendo un abuso. Pero como sociedad ¿por qué normalizamos este tipo de segregación, en dónde nos coloca, nos hace libres?", indica.