Museo Histórico Etnográfico de Caborca abre sala para la exposición

 

En medio del gran desierto de Altar, Sonora, el Museo Histórico Etnográfico de Caborca (MHEC) abre la Sala histórica y etnográfica con 82 vestigios arqueológicos, que pertenecen a los pobladores de la región y que prestaron en comodato al recinto, para recorrer su historia desde el paso de los primeros pobladores en el continente americano hasta el siglo XX.

 

“Caborca es un lugar muy importante para entender, arqueológicamente, sobre los primeros grupos de pobladores en el continente americano, llamados los Clovis ya que se han encontrado vestigios que dan cuenta de su tránsito por la región. Después, fueron sustituidos por otros grupos como los tohono o'odham, un grupo cultural binacional, cuya lengua está en peligro de extinción en el territorio mexicano”, señaló Octavio Avendaño, director de Cultura de Caborca.

 

En esta región se han encontrado puntas de lanza de obsidiana, cuarzo y piedra; petrograbados que podrían datar de entre 3 mil y 8 mil años de antigüedad; vasijas funerarias de hace, por lo menos, 300 años; y monedas de principios del siglo XVIII; entre otros objetos que forman parte de la exposición permanente en la recién inaugurada Sala histórica y etnográfica.

 

“Todas las piezas que se exhiben en el museo son comodato con pobladores de Caborca por la falta de investigación arqueológica e histórica de la región”, por lo cual este espacio también pretende ser un espacio de investigación y análisis, aseveró.

 

MURALES. EL MHEC inició su construcción en 2015, pero apenas en febrero del 2021 se concluyó la obra. “Durante todo este tiempo, estos seis años, el museo no contenía ninguna colección o programa de exhibición, sino que se utilizaba más en términos de hacer exposiciones temporales para satisfacer las necesidades de la comunidad artística local”.

 

No obstante, explicó Octavio Avendaño, durante los tres años previos al 2019, se mantuvo abandonado y fue hasta abril de dicho año que se volvió a abrir una parte del recinto, mientras terminaba de construirse la segunda planta.

 

“En ese sentido, el MEHC es un museo que también se ha activado este año dentro del centenario del muralismo mexicano, recordemos que hace 100 años el general Obregón y José Vasconcelos inician este movimiento con Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco; por lo que invité a los artistas Rafael Uriegas, Miguel Fernández de Castro y Fernando Peñuelas”.

 

Miguel Fernández de Castro hizo el mural El origen el conflicto, en el que genera “una reflexión conceptual utilizando el pigmento extraído de una mina y hablando, de manera crítica, sobre la extracción de los minerales, en específico del oro, en la región” y, en ese sentido, Fernando Peñuelas realizó la pieza Eras geológicas en la que recrea la conformación mineral.

 

“Por otra parte Rafael Uriegas, un artista mexicano que ganó la bienal Tamayo en el 2014, que hizo un fresco, hizo un fresco, una técnica antigua de pintura mural, donde reconocemos formas naturales del desierto, pero que también entra en diálogo con Matías Valenzuela, un miembro de la comunidad tohono o'odham para dar cuenta sobre la cosmovisión de la naturaleza”.

 

“Todo este trabajo es importante en términos de reflexionar cuál es la trascendencia de un museo en medio del gran desierto de Altar en frontera con Estados Unidos. La infraestructura cultural en el noroeste del país es precaria, no existen tantos espacios culturales como en la capital”.