Los huipiles y la cocina tradicional son dos conocimientos que enseñan mujeres oaxaqueñas y tlaxcaltecas en los semilleros creativos.

 

“Descubrimos que no sólo existen las princesas de Disney sino que en la cultura propia tenemos guerras que lucharon y conquistaron territorios y príncipes, nos encontramos con nuestra propia historia, con nuestros elementos e iconografía”, expresa Ofelia Pineda, docente del semillero creativo de textiles en Coicoyán de las Flores, municipio ubicado en la Sierra Mixteca de Oaxaca.

 

Para las culturas prehispánicas sus textiles fueron representaciones de la conexión del hombre con el cosmos, comenta la promotora y beneficiaria del programa Cultura Comunitaria de la Secretaría de Cultura federal, quien ha enseñado a 70 personas, entre niñas, niños y adultos, la importancia elaborar figuras icónicas en huipiles de telar de cintura.

 

“El huipil proviene del vocablo náhuatl huipilli, que significa blusa o vestido adornado. Es una blusa femenina, hecha de telas tejidas y bordadas a mano, que en la época prehispánica fue usado por las mujeres, así como el quechquemitl de quechtli, cuello, y quemitl, vestido”, indica.

 

Esta indumentaria tiene su propio nombre para los Ñuu Savi, en la Mixteca Baja es conocido como tyikuun, agrega Ofelia Pineda

 

“En septiembre de 2019 empezamos los talleres y mi actividad como promotora fue explicar el significado de los dibujos o imágenes que están bordadas en el textil, es decir, estos elementos que representan símbolos dentro del calendario antiguo mixteco de la cultura Ñuu Savi, todo el simbolismo de los colores y el significado del huipil dentro de la comunidad tanto su uso religioso y ritual”, platica.

 

Ofelia Pineda inició sus talleres con 36 personas, después llegaron a ser 50. “Diez eran señoras adultas que ayudaban a las niñas, teníamos niñas de 6 años a 13 años y también jóvenes”.

 

El año pasado, cuando la pandemia obligó al confinamiento, Ofelia decidió continuar sus actividades con sana distancia. “No hicimos talleres en línea porque en la comunidad no hay los medios; a través de la sana distancia pusimos los temas: tal día veremos el dibujo movimiento, otro día el de serpiente, flor, pedernal, lluvia y así”. El resultado fueron dibujos que espera puedan difundirse a través de la Secretaría de Cultura.

 

RESCATE DE GASTRONOMÍA. Transmitir ideas es un compartir constante de todas las mujeres, expresa Josefina Guzmán, cocinera de Tenancingo, Tlaxcala, quien rescata la comida tradicional de su comunidad.

 

“Mi interés es por no dejar que nuestra memoria gastronómica muera, la hemos ido rescatando porque se está perdiendo, las nuevas generaciones ya no están cocinando. La idea es que empezamos a rescatar platillos que ya no se están cocinando y que aprovechemos lo que la tierra nos da”, indica.

 

Josefina narra que uno de los guisos que enseña y comparte sobresale la calabaza de castilla hervida con piloncillo y granos de maíz, además de un mole tradicional.

 

“En 2019 estuvimos en el Museo Nacional de Arte (Munal) en una cena que se hizo a nuestro favor para que pudiéramos adquirir algunos utensilios de cocina y nuestra cocina como tal”, narra. Josefina agrega que lograron el objetivo e imprimieron el recetario Memoria gastronómica.

 

“Es importante dar a conocer a la gastronomía de las comunidades porque en algunas comunidades no se difunde y ésta se pierde. Además, cocinar significa reunir a tu familia. Cuando nos ponemos a cocinar tenemos un gran entusiasmo, nos da emoción transmitir conocimientos a otras personas, es una satisfacción muy grande”, indica.