“Ahora quieren hacer que se empate el 1321 con 1521 que es el año de la caída de Tenochtitlan, con 1821 fecha de la Independencia de México y con 2021; no hay base para asentar que 1321 es el momento en que se va a dar la fundación, la mayoría de fuentes inciden en que fue 1325”, explica el Premio Crónica.

 

"Actualmente el Gobierno de México está dando a conocer la idea de que la fundación de Tenochtitlan fue en 1321. La mayoría de las fuentes históricas coinciden en que es en 1325 y en algunas fuentes darán otros años, pero no 1321, ése no aparece en ningún lado”, expresó el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma (Ciudad de México, 10940) en la conferencia Entre Aztlan y Tenochtitlan, impartida ayer a través del canal de YouTube del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

 

El investigador emérito del INAH y Premio Crónica señaló que “ahora quieren hacer que se empate el 1321 con 1521 que es el año de la caída de Tenochtitlan, con 1821 fecha de la Independencia de México y con 2021; no hay base para asentar que 1321 es el momento en que se va a dar la fundación, la mayoría de fuentes inciden en que fue 1325”.

 

En la conferencia, Matos Moctezuma dijo que el peregrinaje de los mexicas no tenía como destino predeterminado Tenochtitlan y que durante ese trayecto que duró varios años, dicho grupo indígena creó mitos, entre ellos, la señal del águila parada sobre un nopal.

 

“Aztlan, ese lugar de origen del mexica que significa el lugar de la blancura o el lugar de las garzas, todavía no se ha dilucidado si es real, es decir, si hay una ubicación de donde ellos partieron. Se ha dicho que Aztlan es una pequeña isla en el Occidente de México; sin embargo, las excavaciones hechas demuestran que no es así”, indicó.

 

Matos Moctezuma afirmó que la peregrinación de Aztlan no fue planeada para llegar a un lugar predeterminado. “No fue una peregrinación constante de la A a la Z, de Aztlán a Tenochtitlan, sino que se fue interrumpiendo ese andar y pararon en muchos lugares y, como digo, en ocasiones, por muchos años”, aseveró.

 

El Premio Crónica dijo que muchas veces se ha dicho que los mexicas eran un pueblo de bárbaros porque vestían apenas con pieles, argumento que el investigador refuta.

 

“Esa imagen obedecía a que era, en ese momento, un pueblo sujeto de otro pueblo más importante que lo tenía controlado y por eso la imagen que daba era de un pueblo empobrecido, con pocos recursos. En realidad era la relación entre un pueblo más poderoso y un pueblo sujeto a ese poder”, afirmó.

 

Posiblemente, el mexica estuvo bajo el control del tolteca, y el mexica una vez libre, intentó buscar nuevos territorios dónde asentarse, agregó.

 

EL MITO DEL ÁGUILA. En su transitar, los mexicas se asentaron unos años en Coatepec, el cerro de la serpiente, porque ahí podían detener el agua y cultivar. No obstante, estaban divididos en el grupo de Coyolxauhqui y el grupo de Huitzilopochtli, los primeros aseguraban que debían fundar su ciudad ahí, pero los segundos aseguraban que debían buscar otro sitio.

 

Matos Moctezuma platicó que esa pugna provocó una lucha de la que salieron triunfadores el grupo de Huitzilopochtli. “Ese momento fue tan importante porque era el triunfo de su dios tutelar, que ahora lo mitificaron, lo convirtieron en lucha entre dioses, lo que fue lucha entre hombres ahora lo será entre dioses”.

 

De ahí nació el mito de que Huitzilopochtli, con su carácter solar y guerrero, se va a imponer a Coyolxauhqui, ante la luna, es decir, un elemento dual fundamental.

 

“De Coatepec llegaron a Chapultepec, el cerro del chapulín, donde perduraron muchos años, pero tuvieron problemas con sus vecinos, se creó una enemistad y finalmente dejan Chapultepec”, narró.

 

En esa peregrinación, el grupo abandonó a una mujer supuestamente con habilidades de hechicería: Malinalxochitl, ella tuvo un hijo, Copil, quien, en venganza, peleó contra Huitzilopochtli.

 

“Fue vencido, se le extrajo el corazón y es arrojado en medio del Lago de Texcoco y uno de los símbolos que el mexica va a reconocer es el símbolo es el águila parada sobre el nopal y en donde el nopal mismo con sus tunas representa corazones”, expresó Matos Moctezuma.

 

Cuando los mexicas salieron de Chapultepec llegaron a terrenos de Tezozomoc, el señor de Azcapotzalco, quien les pidió irse y asentarse en medio del lago, lo que implicó que los mexicas se convirtieran en tributarios.

 

“El mexica acepta y empieza a erigir su ciudad. El lado mítico es lo que el mexica crea, posiblemente más tarde, cuando se liberan de Azcapotzalco, pero no quieren tener aquella historia de sujetos a esos grupos, sino una historia más gloriosa”, aseguró Matos Moctezuma.

 

El arqueólogo planteó que en el momento de liberación, los mexicas establecieron que su dios les indicó establecerse donde vieran un águila parada sobre un nopal.

 

“Este aspecto del águila no ocurrió, nunca vieron un águila. Entonces, el mexica a partir del triunfo sobre Azcapotzalco se liberó y creó su nueva historia. Se dice que destruyeron todo aquello que hablaba de su pasado para establecer una historia más gloriosa”, dijo.