HOSPITAL SALVAVIDAS
El quirófano y los médicos brujos del HOSPITAL SALVAVIDAS tienen espacio e instrumentos para no moverle una coma a los deseos presidenciales.
El quirófano y los médicos brujos del HOSPITAL SALVAVIDAS tienen espacio e instrumentos para no moverle una coma a los deseos presidenciales.
AMLO, en la presidencia, sigue siendo el activista en busca del poder. Desliza a diario, junto con su cofradía, la desconfianza en el instituto electoral, porque necesita ese pretexto para impugnar derrotas.
Lástima, el Señor de los Cielos no tendrá un representante en la cámara de diputados: Onésimo Cepeda no aparecerá en las boletas.
El presidente cree tener energías de sobra para además hacer la chamba de instituciones que no ha podido mandar al diablo.
Entre vacunaciones de aigre y millones de mexicanos que se creen inmortales, después de este puente pasional se esperan colas en hospitales y panteones.
A Barrabás lo exoneran, a Jesús lo condenan y las instituciones no le dan garantías de probar su inocencia.
Entraremos en Semana Santa. Cómo quisiéramos que Jesús, el de adeveras, no el Bocero, ni el de la Mañanera, sino Jesús el de Galilea, nos viniera a echar una mano.