La semana de vacunaciones a adultos mayores fue reveladora de conductas humanas sorprendentes: el aprecio por la vida apaciguó críticas al desorden sanitario y abrió sinceramente el alma de los vacunados.
La semana de vacunaciones a adultos mayores fue reveladora de conductas humanas sorprendentes: el aprecio por la vida apaciguó críticas al desorden sanitario y abrió sinceramente el alma de los vacunados.