Por fin la gobernadora Sheinbaum se portó como doctora y reconoció que el rojo sí es trascendente. O quizás lo hizo porque se le acabó la pintura naranja conque lo disfrazaba
Por fin la gobernadora Sheinbaum se portó como doctora y reconoció que el rojo sí es trascendente. O quizás lo hizo porque se le acabó la pintura naranja conque lo disfrazaba