¿Estamos condenados a tener una vida donde el envejecimiento sea inevitable? ¿No hay excepciones para este desenlace final? Lo cierto es que este destino no está marcado a fuego para todos los seres vivos. Existen contados organismos que son biológicamente inmortales. Es decir, no envejecen y podrían vivir, en teoría, eternamente.