Una investigación dirigida por el MIT sugiere que la alta polución de las ciudades chinas altera para mal el estado de ánimo de sus habitantes.

 

No hay dudas entre la comunidad científica: la polución atmosférica que castiga a muchas de las ciudades es insana hasta el punto de resultar letal. Un reciente estudio de la Universidad China de Hong Kong indica que causa la muerte prematura de 1,1 millones de chinos al año. Según la OMS, la cifra de víctimas supera los 7 millones de personas en todo el mundo, y 9 de cada 10 seres humanos respiran un aire contaminado en diversos grados.

 

Lo que no se ha estudiado tanto es si la polución influye en el estado de ánimo de quien la padece. Ahora, un estudio hecho por científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) e investigadores de varias universidades chinas viene a decir que sí: la contaminación deprime a un número importante de los habitantes de 144 núcleos urbanos de China (el de la foto es Hong Kong).

 

Los análisis del nivel de felicidad de las personas y las poblaciones suelen basarse en las encuestas. Pero ahora también se emplean los algoritmos que barren las redes sociales y clasifican qué estado de ánimo reflejan los millones de tuits y otras interacciones online que se producen cada día.

 

Eso es lo que han hecho los autores de este trabajo. Su algoritmo de aprendizaje automático (una clase de inteligencia artificial capaz de aprender sin haber sido programada para ello) ha analizado 210 millones de publicaciones de Sina Weibo, una red social china usada por alrededor del 30 por ciento de los ciudadanos de la potencia asiática, y que comparte características tanto con Facebook como con Twitter.

 

El algoritmo midió el estado de ánimo reflejado por esos posts y tuits (emitidos entre marzo y noviembre de 2014, aunque la investigación se acaba de publicar) y registró su fecha. Luego cruzó esos parámetros con los datos de contaminación de esos días en las 144 ciudades donde se hicieron las publicaciones online analizadas.

 

Resultado: en las jornadas con mayor polución atmosférica, había una clara tendencia de los usuarios de las redes sociales a lanzar más comentarios y opiniones que reflejaban infelicidad. Los datos señalaban que el efecto era más acusado entre las mujeres y las personas con ingresos elevados.

 

Según Siqi Zheng, directora de la investigación, “la polución tiene un coste emocional. Hace a las personas más infelices, y eso las lleva a tomar decisiones irracionales”. Esta profesora del MIT sostiene que en los días con mucha contaminación –y en las ciudades chinas son bastantes al cabo del año– la gente tiende a mostrar comportamientos más impulsivos y arriesgados, ligados a episodios breves de ansiedad y depresión.

 

El trabajo liderado por Zheng se suma a los esfuerzos de los científicos chinos por combatir la polución atmosférica en la superpotencia emergente. Es una tarea muy difícil, porque el deterioro medioambiental va ligado al desarrollo económico que ha mejorado la vida de cientos de millones de chinos que, sin embargo, reclaman a su gobierno medidas para poder disfrutar de un aire más puro en su día a día.