Un estudio controversial llevado a cabo en el Ártico canadiense asegura haber encontrado a los primeros animales de la historia del planeta.

 

Diminutos y completamente congelados, los fósiles recientemente encontrados en los Territorios del Noroeste, en Canadá, indican señales de vida en un pasado remoto, aún inexplorado. De acuerdo con científicos canadienses, las esponjas encontradas en el Ártico datan de mucho antes de la aparición de la vida como la conocemos en nuestro planeta. De comprobarse la teoría, la historia natural de la Tierra podría dar un vuelco inesperado para la ciencia.

 

Evidencia potencial de un pasado muy remoto

 

Hace 890 millones de años, unas esponjas minúsculas habitaron el en norte del planeta. Encapsuladas en bloques de hielo impenetrables, quedaron atrapadas durante milenios. El alza creciente en la temperatura del planeta, producida por la crisis climática global, ha derretido parte de los polos helados. Sólo así, científicos canadienses han podido observar los restos biológicos de estos seres ancestrales.

 

El estudio ha generado controversia y escepticismo. Nunca antes se había recuperado evidencia de actividad biológica de tantos años atrás. Por el contrario, ésta podría ser la evidencia más antigua de vida animal encontrada en la historia. Por esta razón, los expertos han sido cautelosos en nombrar a su hallazgo como ‘restos posibles del esqueleto de una esponja antigua‘.

 

Elizabeth Turner, profesora de Ciencias de la Tierra en la Universidad Laurentian en Sudbury, dirigió la investigación publicada en Nature. Incluso el título del artículo es cuidadoso, al nombrar a la nueva evidencia de vida animal como ‘potencial’. De verificarse, los esqueletos recuperados del Ártico se convertirían en los restos de vida animal antiguos conocidos por la humanidad.

 

Esponjas muy antiguas

 

Aunque nada es seguro todavía, todo apunta a que estos esqueletos corresponden a primos muy antiguos de esponjas. Esto querría decir que lograron sobrevivir a las condiciones inhóspitas de un planeta todavía inhabitable para la vida tal y como la conocemos en el presente. Encontradas en grietas de arrecifes en las latitudes más boreales del planeta, permanecieron fosilizados en la piedra caliza de las montañas Mackenzie.

 

Lo más probable es que hayan poblado el supercontinente ‘Rodinia’, en la zona costera de un mar interior poco profundo. Completamente congelados, lograron persistir a los cambios brutales que ha sufrido el planeta a nivel meteorológico y climático a lo largo de los milenios. Según Turner, los fósiles parecen gusanos, y tienen el ancho de un cabello humano. Además de esto, se asemejan mucho a fósiles de animales ya confirmados que ella misma extrajo en misiones anteriores.

 

A pesar de que el patrón de estas esponjas es pulcro y ordenado, hay científicos que no confían en la evidencia de Turner. El escepticismo nace de ciertas estructuras que las esponjas modernas no tienen —las espículas—, y aparecen claramente en las imágenes que acompañan el estudio de este equipo canadiense. Por esta razón, algunos autores piensan que los fósiles de los supuestos ‘primeros animales’ fueron creados por microbios mucho más recientes.

 

En respuesta a estos cuestionamientos, Turner cree que “estas cosas podrían ser absolutamente cualquier cosa”, según la cobertura de CBC News. “No hay nada distintivo aquí en absoluto“. Aunque esto es cierto, la investigadora está segura de que el estudio es un gran paso adelante para el análisis paleontológico, ya que ofrece una ventana más para analizar las formas de vida en un pasado remoto, todavía oculto para la ciencia contemporánea.