Una investigación reciente sugiere que el colapso de la civilización puede evitarse si se observan 10 límites específicos a la actividad humana.

 

Ya lo sabíamos. Desde la década de los 70, un estudio del Massachussetts Institute of Technology (MIT) vaticinaba el colapso de la civilización como consecuencia del cambio climático. En favor del desarrollo económico, escribieron los científicos hace 50 años, la explotación de los recursos naturales provocaría un desequilibrio ecológico tal, que el planeta sería sencillamente inhabitable. Las inundaciones en Alemania de esta semana son ejemplo de esta predicción ominosa, que apenas empieza a cobrar vidas humanas alrededor del mundo.

 

Medio siglo más tarde

 

El estudio del MIT en 1972 calculaba que, para 2040, la Tierra se convertiría en un lugar inhóspito para la vida como la conocemos. Conforme avanza el siglo XXI, cada vez tenemos más pruebas de que esta suposición se está convirtiendo en una realidad desatendida a nivel político, económico y social. A medio siglo de publicada la investigación, nuevos datos confirman la suposición de los científicos estadounidenses.

 

Después de año y medio de encierros pandémicos, los obstáculos a los que la humanidad se ha enfrentado requieren de un repunte económico urgente. A pesar de ello, la investigación reciente cuestiona las prioridades de desarrollo sobre la sostenibilidad natural al intentar recobrar la ‘normalidad’ previa al COVID-19. Entre tanto, parece que la predicción sobre el colapso de la civilización avanza en una dirección no muy esperanzadora.

 

En aquel entonces, el MIT reunió cifras que identificaban los “límites de crecimiento” que deberían de imponerse a la industria, en favor de preservar los espacios naturales. A lo menos, estas restricciones teóricas se pasaron por alto. Mientras se discuten las decisiones de explotación del Amazonas en Brasil, el pueblo de Lytton en Canadá se perdió entre las llamas provocadas por los incendios forestales voraces, aumentados por la crisis climática.

 

Bajo la presión industrial

 

En noviembre de 2020, un estudio publicado en Yale Journal of Industrial Ecology se detallan los nuevos límites al crecimiento de las actividades humanas. Para evitar un colapso de la civilización real en el mediano plazo, este esfuerzo de investigación señala los puntos que podrían desencadenar el fin de la vida como la conocemos en nuestro planeta.

 

5 décadas más tarde, los científicos concuerdan en que el 2040 es el año de referencia para este desastre inminente. La investigación destaca 10 variables clave. Éstas son las principales:

 

Población

Tasas de fertilidad

Tasas de mortalidad

Producción industrial

Producción de alimentos

Servicios

Recursos no renovables

Contaminación

Bienestar humano

Huella ecológica

 

Todos los puntos están ligados a la actividad humana en el planeta. Sin embargo, bajo la presión de la actividad industrial, los ecosistemas de diferentes partes del mundo están en riesgo crítico. Además de la pérdida de las áreas naturales, las especies endémicas de varios países corren el riesgo de ser víctimas del desarrollo humano. Las manifestaciones en contra de este ‘progreso’ irresponsable y desmedido no han hecho más que eco en el diálogo público.