Trabajar en exceso aumenta seriamente el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular y enfermedades cardiacas, afirman la OMS y la OIT.

 

Las jornadas laborales que se prolongan durante más de 55 horas a la semana son un factor de riesgo más nocivo que trabajar expuesto a cancerígenos o sin cinturón de seguridad: una investigación conjunta entre la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) demostró que trabajar en exceso es culpable de cientos de miles de muertes anuales y es considerado un “grave peligro para la salud”.

 

Sólo en 2016, 398 mil personas fallecieron a causa de un accidente cerebrovascular y 347 mil por cardiopatía isquémica, decesos directamente atribuibles a una jornada de trabajo que se extendió más allá de las 55 horas semanales.

 

Según el estudio, el 9 % de la población global (488 millones de personas) mantiene jornadas de trabajo semanales mayores a 55 horas, una condición que parece aumentar después de una recesión económica y que en este caso, puede tener alguna relación con la pandemia.

 

Trabajar en exceso más de 55 horas a la semana aumenta en 35 % el riesgo de presentar un accidente cerebrovascular y en un 17% el riesgo de fallecer a causa de una cardiopatía isquémica con respecto a una jornada laboral de 35 a 40 horas a la semana, explica la OMS.

 

Latinoamérica y el sur de Asia, las regiones donde más se trabaja en exceso

El informe especifica que estos problemas de salud son más comunes en los hombres (72 % de las personas fallecidas), especialmente en las regiones de Pacífico Occidental y Asia sudoriental;

 

Según la OCDE, Latinoamérica, Asia y África son las regiones del mundo donde más horas se trabaja: mientras que en la Unión Europea el promedio semanal es de 36 horas laborales, en México rebasa las 46 y la ley marca un límite de 48 horas a la semana.

 

En el caso del sureste asiático, donde se concentran las jornadas más extenuantes (Corea del Sur estipula un máximo 52 horas de trabajo a la semana), algunos países carecen de legislaciones claras que especifiquen el límite de tiempo que los trabajadores dedican a su empleo.

 

La pandemia y el aumento de horas de trabajo

 

La pandemia de COVID-19 aceleró la tendencia global a adoptar un esquema laboral híbrido en aquellos empleos donde no es necesario acudir a una oficina o centro de trabajo todos los días.

 

No obstante, distintas encuestas han demostrado que el advenimiento del home office también ha provocado un aumento generalizado de la jornada laboral, que se extiende entre 2.5 horas a 4 horas más.

 

El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, se pronunció a favor de que los gobiernos, empleadores y trabajadores colaboren para poner límites a la situación actual para proteger la salud de los trabajadores, después de expresar que “ningún trabajo justifica exponerse al riesgo de sufrir un accidente cardiovascular o una cardiopatía isquémica”.

 

Sin embargo, los esquemas laborales y las legislaciones laxas en perjuicio de los trabajadores son una constante alrededor del mundo, a pesar de que las complicaciones a la salud demostradas científicamente que acarrea el trabajo en exceso.