Las personas y animales que tienen los ojos de colores diferentes padecen de heterocromia: la coloración de tonos distintos en el iris.

 

Es común encontrar perros y gatos con un ojo de un color y otro en una tonalidad diferente. En contraste, es menos común ver a seres humanos, pero no es imposible. A esta extraña condición se le conoce como heterocromia: la posibilidad de tener los ojos de colores diferentes.

 

¿Qué es la heterocromia?

En el reino animal, la norma dicta que la coloración de los ojos es igual para ambos iris. Sin embargo, la regla se rompe en aquellos individuos que tienen un color diferente para cada ojo, o patrones de tonos diferentes al resto. Es común encontrar contrastes fuertes, como uno marrón y otro azul o verde.

 

En casos menos extremos, la diferencia entre tonalidades es más sutil, particularmente para aquellos quienes tienen los ojos claros. Sin embargo, hay pocos tipos de heterocromia. De manera general, se pueden distinguir tres tipos, de acuerdo con The American Association of Ophtalmology:

 

Heterocromia completa: cuando un iris es de color distinto al otro.

Heterocromia parcial: cuando sólo una parte de un iris es de un color distinto al resto de ese iris

Heterocromias centrales: hay un anillo interno de color distinto al área externa del iris.

En sí misma, esta condición no afecta la funcionalidad de los ojos. Por el contrario, aunque los ejemplos de heterocromia son contados, es una realidad que no inciden en la operación correcta de la vista cuando se detecta desde edades tempranas.

 

¿Por qué se presenta este fenómeno?

 

En los casos de heterocromia congénita, un bebé puede nacer con ojos de colores diferentes. También es común que la desarrolle poco tiempo después de nacer. En la mayor parte de los casos, los niños que nacen así no presentan más síntomas, ni complicaciones posteriores.

 

Sin embargo, es común que esta condición sea indicador de otra afección en el organismo. Hay casos aún más raros de heterocromia tardía, que se presentan años después. En estos casos, vale la pena que un experto analice el caso de cerca. En esas ocasiones, es común que se prescriba algún tipo de tratamiento después de un examen oftalmológico detallado.