Más del 60 % de las personas que enferman de Covid-19 pierden el olfato parcial o totalmente. Estas son las recomendaciones de expertos para recuperarlo.

 

Aún no se sabe con certeza la razón por la que la mayoría de personas enfermas de Covid-19 sufren anosmia, es decir, la pérdida del olfato. La teoría más aceptada al momento es que en estos casos, el virus se replica rápidamente en la cavidad nasal, provocando daños a las células olfativas que se encargan de procesar la información que viaja por el sistema nervioso referente a los olores que percibes.

 

La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, perder el olfato es una señal de enfermedad leve. La hipótesis explica que si el virus se aloja en la cavidad nasal, limita su acceso al resto del tracto respiratorio y los pulmones, provocando menos complicaciones.

 

La mala es que, en ocasiones, la anosmia puede acompañarse de disgeusia (pérdida parcial o total del gusto) y quedarse instalada en tu nariz por meses. Según un estudio, la mayoría de personas que pierden el sentido del olfato lo recuperan entre 18 y 21 días tras el primer síntoma; sin embargo, cerca del 5 % de los pacientes analizados recobraron su capacidad de oler hasta medio año después.

 

No obstante, la mejor de las noticias es que las investigaciones al respecto son cada vez más amplias y la alta recurrencia de este síntoma —inédito y desapercibido al inicio de la pandemia— ha provocado el desarrollo de terapias sencillas para recuperar el olfato.

 

¿Cómo recuperar el olfato después de Covid-19?

 

Para responder esta incógnita, un grupo de trabajo integrado por expertos internacionales en el campo  analizó todas las evidencias científicas hasta el momento y llegó a la conclusión de que el mejor tratamiento para recuperar la capacidad de oler es el entrenamiento olfativo.

 

¿Qué es el entrenamiento olfativo y cómo ponerlo en práctica?

Carl Philpott es un profesor de Rinología y Olfatología de la Universidad de Anglia del Este, Reino Unido, que formó parte del grupo de expertos que ayudó a crear un documento que ahora sirve de guía para el tratamiento de las alteraciones olfativas después de padecer Covid-19.

 

En un artículo para The Conversation, el propio Philpott explicó qué es el entrenamiento propuesto y cómo llevarlo a cabo:

 

“El entrenamiento olfativo es un tipo de terapia que desde hace algún tiempo utilizan los expertos en desórdenes olfativos, los olfatólogos. Tiene la ventaja de que no provoca efectos secundarios a quienes lo realizan, y además no necesita prescripción médica. Es barato, y se puede realizar fácilmente en casa”.

 

Philpott y sus colegas confirmaron que la exposición breve y repetida a olores es una forma efectiva de comenzar a recuperar el olfato, pues el entrenamiento olfativo “estimula la regeneración de las neuronas especializadas, lo que ayuda a recuperar la función olfativa”.

 

Clavo, rosa, limón y eucalipto: los 4 olores básicos

El experto considera que los olores del clavo, las rosas, el limón y el eucalipto son un buen ejemplo de cuatro estímulos básicos para comenzar con un entrenamiento olfativo.

 

La razón es que se trata de un grupo de frutas y plantas que tienen una diversidad de olores intensos; sin embargo, también se puede entrenar a la nariz con otros aromas comunes en casa, como la naranja, nuez moscada, menta, café molido, el coco o canela.

 

Para empezar el entrenamiento olfativo, basta con colocar los olores en recipientes separados y sentarse frente a ellos para tomar uno por uno y olerlo de forma suave y natural. No es necesario inhalar muy fuerte y profundamente, bastan diez segundos o tres inhalaciones con cada olor para intentar identificarlo.

 

5 minutos después, es momento de acercarse al siguiente olor y repetir la operación. La regla general es realizar este ejercicio al menos un par de veces al día, en la mañana y por la noche. Además, es recomendable utilizar una libreta para anotar los olores que se perciben fácilmente, los que se alcanzan a oler débilmente y aquellos que aún escapan al olfato.

 

En algunos casos, la recuperación será más lenta y por lo tanto, es necesario continuar con los ejercicios aunque no aparezcan resultados en los primeras semanas.