EL PELAJE RECUBRE A LOS MAMÍFEROS TERRESTRES PARA PROTEGERLOS DE LAS CONDICIONES EN EL ENTORNO. EL CASO DE LOS SERES HUMANOS ES LIGERAMENTE DIFERENTE.

 

Entre los mamíferos terrestres, el pelaje que recubre el cuerpo sirve para aislar el organismo del exterior, así como para mantenerlos con el calor que necesitan. Sin embargo, en el caso de aquellos que viven en climas desérticos o de calor extremo, también cumple la función de protegerlos contra las condiciones extremas.

 

UNA CUESTIÓN EVOLUTIVA

 

Este recubrimiento puede tener texturas y coloraciones diferentes, de acuerdo a las necesidades de adaptación que cada especie tenga. A pesar de que esto es cierto, los seres humanos no estamos recubiertos por esta capa de pelo sobre la piel, sino en lugares muy específicos. Pareciera que la ciencia tiene una respuesta al porqué.

 

Un estudio conducido por la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania determinó que, debido a una proteína específica en los seres humanos, no estamos recubiertos por una mata gruesa de pelaje. A comparación con otras especies de mamíferos terrestres, nuestra especie tiene apenas un vello delgado sobre las piernas, los brazos, los genitales y sobre todo en la cabeza.

 

¿POR QUÉ SÓLO EN CIERTAS PARTES Y NO EN TODO EL CUERPO?

 

La respuesta genérica hasta hace algunos años era que, según el camino evolutivo humano, no habíamos desarrollado la necesidad de recubrirnos de matas espesas de pelaje. Sin embargo, este estudio reveló que existen a nivel celular unos canales que se encargan de desencadenar el crecimiento piloso.

 

En entrevista para Newsweek, Sara E. Millar, una de las autoras que lideró la investigación, señaló lo siguiente con respecto a los resultados:

 

«SABEMOS QUE LA SEÑALIZACIÓN WNT ES FUNDAMENTAL PARA EL DESARROLLO DE LOS FOLÍCULOS PILOSOS; BLOQUEARLA CAUSA UNA PIEL SIN PELO Y ACTIVARLA PROVOCA LA FORMACIÓN DE MÁS CABELLO».

 

Además, es notable que en el caso de las axilas y la entrepierna, los seres humanos hayamos desarrollado vello más grueso y oscuro que el de las piernas o los brazos, por ejemplo. Por una cuestión estética eurocéntrica, algunas mujeres toman la decisión de afeitarlo. Sin embargo, corresponde a una cuestión de protección natural.

 

UNA BARRERA NATURAL CONTRA INFECCIONES

 

Es una realidad que los seres humanos perdimos el pelaje cuando empezamos a utilizar la piel de otras especies para usarla como ropa, hace miles de años. Sin embargo, aún quedan en nuestro organismo resabios de éste, que pretenden protegernos de infecciones potenciales.

 

Éste es el caso del vello púbico y el de las axilas, tanto en el caso de los hombres como el de las mujeres. Greg Foot, periodista de ciencia para BritLab, sugiere una respuesta contundente:

 

«[…] TENEMOS LA GLÁNDULA APOCRINA, QUE PRODUCE UN TIPO DE SUDOR MÁS DENSO Y GRASO. ESTAS GLÁNDULAS ESTÁN UBICADAS EN LAS AXILAS Y LA ENTREPIERNA, LO QUE ESTIMULARÍA EL CRECIMIENTO DEL VELLO».

 

De acuerdo con el autor, el vello está ahí para evitar fricciones sobre esa zona de la piel, que se caracteriza por ser más sensible que en otras partes. Además, su objetivo principal es proteger de infecciones al organismo, por lo cual, tiende a ser más tupido.