Hay una isla en los mapas de México que nunca fue encontrada y su desaparición desató teorías que incluyen un complot por parte de Estados Unidos.
A poco más de 100 kilómetros al noroeste de la Península de Yucatán, en el Golfo de México, los mapas localizan un islote llamado Isla Bermeja.
Incluso Google Maps localiza la isla si se introduce el nombre en el buscador; sin embargo, es un pedazo de tierra que, al parecer, nunca existió.
La primera mención de la isla data de 1529 en el Islario general de todas las islas del mundo de Juan de la Cruz, quien la describió como una isleta deshabitada que no tenía provecho.
Desde entonces, Bermeja aparece en cartas de navegación, mapas, y libros oficiales desde el siglo XVI hasta el siglo XX.
En 1997, el gobierno de México emprendió la búsqueda de la isla Bermeja pues, en caso de que existiera, sería un lugar muy provechoso.
La ubicación de Bermeja coincide con el Hoyo de Dona, una región rica en reservas de petróleo, gases y minerales que está bajo el control de Estados Unidos.
Durante esa época, México estaba en negociaciones con el gobierno estadounidense para repartir la zona marítima internacional del Golfo de México entre ambas naciones.
México envió el buque de la marina Onjuku para buscar la isla, pero no encontró nada en las coordenadas ni alrededor de 322.5 millas náuticas, el equivalente a 1,106 kilómetros cuadrados.
Si la isla Bermeja hubiera aparecido, el territorio habría sido de México y habría ganado 22,600 millones de barriles de petróleo; sin embargo, el gobierno mexicano tuvo que ceder el territorio en el Tratado sobre la Delimitación de la Plataforma Continental en el 2000.
La ausencia de la isla desató teorías sobre su desaparición. La primera indicaba que desapareció por el calentamiento global y el aumento del nivel del mar; la segunda era que Bermeja fue desaparecida deliberadamente por la acción humana.
La segunda propuesta se refería específicamente a que la CIA desapareció la isla a propósito para apropiarse del Hoyo de Dona, así que la búsqueda de Bermeja no se detuvo, aunque no había sustento científico para comprobar su existencia.
En 2008, el exconsultor jurídico de la Cancillería, Miguel Ángel González Félix, aseguró en un foro relacionado a la reforma petrolera en México que había una isla hundida a 40 metros bajo el mar, pero no tenía pruebas para comprobarlo.
Ese mismo año, Elías Cárdenas Márquez, diputado y presidente de la Comisión de Marina, propuso durante una sesión del Senado que la isla había sido desaparecida por la acción humana, aunque la teoría debía ser tratada con cuidado.
A petición de la cámara de Diputados, la UNAM y el INEGI enviaron el buque Justo Sierra para una nueva búsqueda de la isla Bermeja, pero no encontraron el territorio.
La expedición descartó que la isla estuviera hundida y analizaron el suelo marino. Los resultados arrojaron que no existió una isla en la ubicación en al menos 5,300 años.
La versión oficial de la investigación asegura que «no existe ningún elemento que emerja sobre la superficie del mar en esa zona».
En 2010, Elías Cárdenas coordinó la publicación titulada ¿Dónde está la isla Bermeja?, en la cual hace un compendio de la historia y la búsqueda de la isla.
Hay quienes todavía creen que la desaparición de la isla es un misterio; sin embargo, los que aseguran que nunca existió creen que se debió a un error cartográfico que se replicó en los mapas durante siglos sin verificación.