El primer año de vida es una de las etapas más importante en el desarrollo de tu pequeñito. En ella, tu bebé empezará a alcanzar metas de aprendizaje que resultan cruciales para su crecimiento.

 

Con el paso de los meses, logrará reconocer distintas partes de su cuerpo, comenzará a gatear, tendrá su primer acercamiento con los alimentos y nacerá su curiosidad por explorar el mundo.

 

Uno de los aprendizajes más divertidos y enternecedores es el aplauso. De acuerdo con la psicóloga Andrea Díaz Mendoza, este surge entre los 8 y 11 meses de edad, y representa un hito elemental en el desarrollo de sus capacidades motrices.

 

¿Por qué mi bebé aplaude?

 

El sitio especializado Healthline, explica que esta acción suele surgir una vez que el pequeño ha aprendido a sentarse, a empujar objetos con sus manitas y a gatear.

 

Al principio, tu hijo empezará a aplaudir como una forma de imitar tus movimientos. Por eso, es fundamental que realices esta acción desde el primer día.

 

Un artículo publicado en el repositorio médico Plos One, argumenta que cuando un bebé observa a un adulto hacer un movimiento sus enlaces neuronales se activan.

 

Esto permitirá que tu hijo se percate de que aplaudir es una forma de expresar alegría, aprecio o emoción y comenzará a imitarla.

 

En conclusión, el aplauso es una de las acciones más importantes que tiene tu pequeño para comunicarse contigo. Aplaudir le permitirá manifestar e identificar sus emociones y representa un excelente acercamiento para comenzar a impulsar su lenguaje corporal.

 

Asimismo, dicha forma de expresión guarda una estrecha relación con el desarrollo del habla, así como la personalidad del bebé y su capacidad motriz.

 

Cómo alentar este aprendizaje

 

Para reforzar esta habilidad y que tu pequeño pueda recibir todos sus beneficios, es importante que realices actividades que puedan impulsar este aprendizaje mientras disfrutan de un momento de diversión.

 

#1 Juega al ritmo de la música

 

Pon la música favorita de tu bebé y siéntalo sobre tu regazo. Asegúrate de que sea una melodía que tenga diferentes ritmos y que sea divertida.

 

Aplaude al ritmo de la canción y trata de que tu pequeño imite tus movimientos. Si no es posible, toma sus manitas y muéstrale cómo se hace, solo recuerda ser delicada y paciente.

 

#2 Explícale en qué momentos debe aplaudir

 

Por ejemplo, cuando alguien ha anotado un gol o han apagado las velitas de un pastel, es normal que aplaudamos como señal de emoción.

 

Al enseñarle en qué momentos debe hacerlo, también le ayudarás a conocer el camino correcto para expresar sus sentimientos.

 

#3 ¡Choca esos cinco!

 

Realizar esta acción reforzará su coordinación mano-ojo y le permitirá conocer estímulos positivos. Trata de hacerlo cuando obedezca una orden o logre cumplir con una pequeña tarea.

 

Una palmadita en la espalda o una felicitación en forma de abrazo, también son excelentes formas de reconocer un buen comportamiento.

 

Ya que conoces la razones por las que tu pequeño debe aprender a realizar esta acción, date la oportunidad de buscar actividades y ejercicios que estimulen este aprendizaje y que refuercen sus lazos madre e hijo.

 

¡Pasarán momentos inolvidables!