Sigues al pie de la letra las indicaciones del tratamiento, pero en vez que los brotes desaparezcan parecen aumentar. El problema podría estar en los hábitos que en lugar de disminuir el acné, estimulan su aparición, ¿cuáles son?

 

«Esta condición ocurre cuando el folículo capilar se tapa con aceite y células muertas, lo que a menudo causa espinillas y granos, principalmente en cara, frente, pecho y espalda», describe la institución médica Mayo Clinic.

 

¿Qué hábitos causan el acné?

De acuerdo al American Academy of Dermatology los más frecuentes son:

 

  1. Compartir maquillaje, pinceles o aplicaderos

El acné no es contagioso, pero estas piezas pueden contener bacterias, grasa y células muertas que contribuyen a la obstrucción de los poros e incluso el desarrollo de infeccione cutáneas.

 

  1. Lavarte la cara todo el día

Limpiar el rostro en exceso irrita la piel y provoca más brotes. Lo recomendable es lavar después de despertar, antes de acostarte o al terminar una actividad que te ha hecho sudar mucho.

 

  1. Resecar la piel

Al tener un cutis graso lo más seguro es que apliques tratamientos astringentes, pero éstos pueden irritar y provocar barros. El rostro también se ve rojo y descama. Si tu piel se siente seca coloca una crema hidratante para pieles propensas al acné. Deberás hacerlo dos veces al día, después de lavarte la cara.

 

  1. Explota o exprime los brotes

Cuando lo haces es probable que empujes algo de lo que está adentro (células muertas o bacterias) más profundamente en su piel, lo que aumenta la inflamación. ¡Ojo, no sólo aumenta el acné sino que puede tener por consecuencias cicatrices y dolor!

 

  1. Frota tu piel para limpiarla

Hacerlo con una toalla o papel empeora el problema. Utiliza un limpiador suave no comedogénico, aplica el con la punta de los dedos, con un movimiento circular. Enjuaga suavemente con agua tibia, usando los dedos.

 

Si el acné parece estar fuera de control consulta al dermatólogo es posible que la causa no sean tus hábitos.