Gran parte de las víctimas de este trastorno alimenticio, creen que con las calorías que les da el alcohol pueden sustituir a la comida que no ingirieron.

 

Los problemas alimenticios cada vez son más comunes en los jóvenes, así como la adicción por el alcohol, pero ¿qué pasa cuando estos dos problemas se mezclan? Aunque es obvio que se haga algo sumamente grave para la salud, el alcoholismo con la bulimia o la anorexia pueden provocar hasta la muerte de quien los padece.

 

La ebriorexia es una extraña combinación de alcoholismo con anorexia nerviosa o bulimia; una persona que padece esta enfermedad se restringe del consumo de comida en el transcurso del día, para posteriormente, durante la noche beber alcohol y mantener sus calorías bajo control.

 

La mayoría de las personas que sufren de ebriorexia son los hombres, sobre todo de 17 a 24 años, aunque las mujeres tampoco se salvan. También hay pacientes que consumen alimentos y después los vomitan junto con el alcohol para que logren eliminar las calorías de su cuerpo.

 

La Asociación Americana de Trastornos de la Alimentación considera a la ebriorexia como un comportamiento que incluye cambiar el consumo de alimentos por el consumo excesivo de alcohol, o consumir comida con cantidades suficientes de alcohol para que después se genere el vómito como un método de purga y entumecimiento.

 

La conducta que conduce a que una persona padezca ebriorexia es el miedo de aumentar de peso por consumir alcohol, de este modo, los jóvenes explotan a la bebida como gran aliada para provocar vómito o para ayudarse a controlar su ansiedad por comer.

 

Gran parte de las víctimas de este trastorno alimenticio, creen que con las calorías que les da el alcohol pueden sustituir a la comida que no ingirieron. Sin embargo, las bebidas alcohólicas no tienen ningún valor nutricional, por lo que las personas que las consumen con este propósito ingieren “calorías vacías”. También, las personas que tienen este comportamiento, evitan consumir alimentos para así tener una mejor y rápida absorción del alcohol en su estómago e intestino delgado.

 

 

Cómo saber que padeces ebriorexia

Tienes mucha hambre durante el día

Bebes con gran exceso por las noches

Cambios constantes de humor provocados por el alcohol

No importa que te sientas mal, sigues bebiendo sin una limitación

Caries dental

Vómito

Respiración irregular

Confusión

Complicaciones a la hora en la que despiertas

 

Todos los trastornos alimenticios son graves, pero cuando se combinan con alcohol tienen diferentes reacciones. También existen casos en los que el paciente no padece un trastorno alimenticio, pero sí tiene señales de ebriorexia, por lo que es probable que adquiera un problema con su alimentación.

 

No existe un tratamiento en específico para la ebriorexia, ya que no es considerada como un trastorno diagnosticable, sino una combinación de dos trastornos completamente diferentes. Se tendría que tratar ambos problemas por separado y tener en cuenta que los pacientes pueden sufrir un trastorno de salud mental que condujo a la ebriorexia; es necesario un diagnóstico preciso y avalado por un médico para tomar las medidas necesarias.